Aznar asegura que jamás se ha beneficiado de fondos públicos
El ex presidente del Gobierno José María Aznar considera que está en marcha "una campaña de pura aniquilación" que pretende "aplastar al PP como oposición". En declaraciones al diario La Razón, Aznar respondió así a la noticia de que su Gobierno firmó un contrato de dos millones de dólares con una firma de abogados estadounidense para que hiciera labores de lobby para promocionar su imagen personal en Estados Unidos. El contrato preveía conseguir los votos necesarios para la concesión de la medalla de oro del Congreso de EE UU al ex presidente.
Aznar tachó estas acusaciones de "infamias". Asimismo aseguró: "Jamás he usado fondos públicos en mi beneficio ni he incumplido mis obligaciones como gobernante", según cita el diario madrileño. Las informaciones sobre ese contrato son para el ex presidente una "catarata de manipulaciones", respecto de las que se reserva el derecho a emprender acciones legales.
"Lo que está en juego es la supervivencia política de una oposición democrática que aspira a volver al Gobierno y para la que su credibilidad es su principal activo", afirmó Aznar. También piensa que esa "campaña" tiene como objetivo final obligar al PP y a sus votantes a "avergonzarse de ocho años de gobierno limpio, honrado y eficaz".
El contrato con el despacho de abogados Piper Rudnick fue adjudicado por el procedimiento de "imperiosa urgencia", el sistema menos transparente de los previstos en la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas. Según la Cadena SER, las facturas del mismo fueron manipuladas para omitir las referencias a la medalla del Congreso.
"Normal", según Pujol
En referencia a este asunto, el ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, calificó ayer de "normal" el uso de algún grupo de influencia o lobby para fines políticos. Pujol hizo estas declaraciones tras participar en un diálogo del Fórum Barcelona 2004.
Tras su ponencia, y a preguntas de los periodistas, Pujol señaló que los anteriores Gobiernos socialistas también hicieron uso de estos grupos de presión y que el Ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero también "lo hará, seguro". "Aquí todos tenemos que ir con cuidado", advirtió el presidente de CDC. Sin embargo, Pujol restringió el uso legítimo de grupos de presión a la defensa de "los intereses de un país" y tildó de "reprobable" hacerlo "por vanidad personal o por interés de partido".
Por su parte, desde las filas socialistas continuaron las críticas hacia Aznar tras estas revelaciones. Trinidad Jiménez, secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, consideró que en el anterior Gobierno eran "absolutamente conscientes" de alguna irregularidad y añadió que este caso demuestra la "actitud patrimonialista del Estado" que tiene el Partido Popular.
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