Más vale una vez rojo...
¿Existió algún tipo de relación entre el atentado del 11-M y el resultado electoral del 14-M? Alguna tuvo que existir, aunque se discute y se discutirá sobre el sentido y la intensidad de esa relación, sin que dicha discusión pueda ser arbitrada por ningún juez independiente e imparcial y, en consecuencia, sin que pueda ser resuelta. Se trata, por tanto, de una discusión estéril, sobre la que no vale la pena detenerse.
Sobre lo que sí conviene llamar la atención es sobre el hecho de que fue el Gobierno presidido por José María Aznar el que, inmediatamente después de que se produjera el atentado, estableció el vínculo entre el 11-M y el 14-M, y puso en marcha una estrategia con la finalidad de que el atentado se acabara traduciendo en una victoria del PP en las elecciones el 14-M, mediante la atribución de la autoría del atentado a ETA.
La atribución de la autoría a ETA no fue un error sino una estrategia perfectamente planificada, en la que se hizo uso de todos los recursos disponibles: la autoridad del presidente del Gobierno y del ministro del Interior a través de ruedas de prensa y llamadas a los directores de los medios de comunicación y a los corresponsales extranjeros confirmándoles que era ETA la autora del atentado; convocatoria de una manifestación con un lema que apuntaba inequívocamente a ETA; nota de la ministra de Asuntos Exteriores a los embajadores para que defendieran la autoría de ETA en todos los foros a los que tuvieran acceso; propuesta de resolución condenatoria de ETA en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas; notas del CNI desmintiendo informaciones de la Cadena SER; despachos de la Agencia Efe mencionando que la dinamita era Titadyne, la "habitualmente utilizada por ETA"; telediarios de RTVE e informativos de Radio Nacional; alteración de la programación de TVE, para dar la película sobre el asesinato de Fernando Buesa por ETA...
La enumeración no pretende ser exhaustiva. Es la que retengo en la memoria en el momento en que estoy escribiendo. El problema no es solamente que Ángel Acebes dijera a las 15 horas y pico del sábado 13 lo que dijo. El problema es que se diseñó una estrategia para encajonar las elecciones. Se utilizó la autoridad de gobernantes que se supone que no van a mentir en un momento como ése y sobre un asunto tan grave; se utilizó a los ciudadanos convocándolos a manifestarse de forma manipuladora; se utilizó el servicio exterior del Estado; las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad; los servicios de inteligencia; los medios de comunicación de titularidad pública. No se dejó nada sin aprovechar con la finalidad de torcer la voluntad del cuerpo electoral y conseguir ganar las elecciones.
Esto es lo grave de lo que ocurrió entre el 11-M y el 14-M. Es lo que percibieron los ciudadanos, que no se dejaron engañar por la campaña de manipulación del Gobierno, y es lo que se está confirmando en las comparecencias ante la Comisión Parlamentaria.
Comprendo que esto es muy difícil de aceptar por ningún partido, porque no es un error sino un intento de quebrar el principio de legitimidad democrática del Estado, pero más vale una vez rojo que ciento amarillo. Intentar defender lo que hizo el Gobierno del PP entre el 11-M y el 14-M es, sencillamente, imposible. Y cuanto más se empeñen los actuales dirigentes del partido en hacerlo, más patética va a resultar su conducta. ¿Piensan los dirigentes del PP que los ciudadanos en general, incluidos buena parte de los votantes del PP, pueden compartir las opiniones de Jaime Ignacio del Burgo o de Vicente Martínez Pujalte? ¿Piensan ir al Congreso de octubre reivindicando la actuación de José María Aznar entre el 11-M y el 14-M?
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