Un mural expiatorio
Eduardo Chillida Belzunce inauguró ayer Al otro lado, un mural pintado en un edificio protegido de la Parte Vieja de San Sebastián con el que abre una ventana artística a la Bahía de la Concha. Chillida ha recreado así a gran escala y en terracota la temática que lleva años trabajando sobre lienzo. El mural, de 9 metros de alto y 3,5 de ancho, ha sido sufragado por el Ayuntamiento, que cumple así con la condena que le impuso el Superior de Justicia vasco -invertir 180.303 euros en patrimonio arquitectónico- por propiciar el derribo de una fachada romántica al conceder una licencia de obra ilegal.
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