El contrato de la medalla
Los trabajos de la empresa Piper Rudnick allanaron a José María Aznar el camino para buscar una condecoración en EE UU
El contrato entre el Gobierno de José María Aznar y la empresa de abogados Piper Rudnick para realizar tareas de lobby en Washington, que ayer reveló la Cadena SER, fue firmado en diciembre del pasado año. Según el documento que se reproduce en esta página, las condiciones de ese contrato de servicios están muy poco detalladas.
Se afirma que la empresa de abogados Piper Rudnick "ofrecerá consejo, asesoramiento y otros servicios en una amplia gama de asuntos políticos, económicos y de otro tipo al Gobierno de España".
El contrato advierte que esa empresa de lobby se dedicará a "prestar asistencia" al Gobierno" en todo aquello para lo que no tenga alguna restricción previa. Es decir, está abierto, en principio, para todo tipo de actividades de lobby, un sistema habitual en Estados Unidos para las relaciones con la Administración y con el Congreso.
El contrato sí establece que esta empresa de lobby "promoverá unas relaciones más estrechas" de España con EE UU. Para ello, ofrecerá sus servicios en tareas de "diplomacia, o estrategia de comunicación con los medios".
Todos los trabajos de lobby, advierte el contrato, estarán "coordinados" y revisados "de cerca" por la embajada española en Washington. Al punto de que se celebraban reuniones con periodicidad semanal o quincenal para detallar las tareas realizadas y las previstas.
La minuta total de este servicio, con un plazo de "20 meses", era de "dos millones de dólares". Primero se abonó un pago de 700.000 dólares con cargo al presupuesto del año pasado, y cada mes se abonan 100.000 dólares.
Plan de trabajo de enero
La Cadena SER también tuvo acceso al plan de trabajo de esta empresa para enero, es decir, para el primer mes de duración del contrato, y el resumen de gastos de esas tareas, datada en marzo de este año. Los dos documentos están también reproducidos en esta página.
Y es en ese plan de trabajo donde queda reflejada una intensa tarea de lobby a favor del ex presidente del Gobierno, José María Aznar. El acta de ese mes de enero fija así tres tareas prioritarias:
1) "Preparar la intervención" del ex presidente Aznar en la sesión conjunta del Congreso.
2) Hacer tareas de lobby para la concesión de la "medalla de oro" del Congreso a Aznar
3) Recabar las "reacciones del Gobierno" de Estados Unidos a "la iniciativa económica" que iba a presentar en su viaje Aznar.
Las tareas realizadas por la firma de lobby en estos tres cometidos quedan recogidos en un acta datada en marzo y que también está reproducida en esta página, con el detalle de la minuta y los gastos totales cobrados por la empresa de abogados.
Así, respecto al discurso de Aznar en el Congreso de EE UU, Piper Rudnick dice que "miembros de su empresa apoyaron a la embajada para maximizar la asistencia a la intervención de Aznar en la sesión conjunta del Congreso" que se produjo el 2 de abril de 2004, es decir, después de que el PP hubiera perdido las elecciones.
La empresa detalla que, entre sus "actividades" se incluye la redacción de un borrador de carta del embajador, Javier Rupérez, a los miembros del Congreso. En ella, dice la empresa de lobby, se describen los logros del Gobierno de Aznar durante sus ocho años de mandato. La empresa también cobra por ofrecer a la Administración española "una lista de periodistas que suelen cubrir asuntos políticos" en Washington. "Los miembros de la empresa también se pusieron en contacto personalmente con las oficinas de los congresistas solicitándoles que acudieran al discurso de Aznar".
El segundo y más controvertido asunto, las gestiones para la concesión de la medalla, también están detalladas en esta suerte de factura. Así, se afirma que los abogados de esa empresa han "prestado su asistencia" para la aprobación de la "resolución que autoriza" la concesión de la medalla de oro a Aznar.
Esas tareas incluyen "contactos" con congresistas para que respaldaran la "resolución impulsada por el republicano Jim Gibbons" para darle esa medalla a Aznar.
Con todo, según dijeron ayer fuentes de esa firma de abogados, "este año" es bastante improbable que se apruebe la medalla a favor del ex presidente español. El motivo es que es necesario poner en marcha un "sistema de esponsor" similar al del Congreso, después de que esté aprobado por éste. El acta con los gastos datada en marzo detalla que los senadores Dood, Frist y Daschle se encargarían, en su caso, de esa tarea.
La tercera cuestión detallada en la factura fechada en marzo es el trabajo de lobby a favor de la denominada "iniciativa económica de Aznar".
La empresa Piper Rudnick afirma que, "a requerimiento de la embajada", sus abogados han "comenzado a recoger las reacciones del discurso pronunciado por Aznar ante la Cámara de Comercio". En él, según consta en la factura, el ex presidente del Gobierno del PP propuso "la creación de una comisión económica para reducir las barreras comerciales" en determinadas áreas que afectan, supuestamente, a la economía española.
Los abogados reseñan entre esas tareas haberse "puesto en contacto" con Peter Allgeier, el número dos de la institución que regula en Estados Unidos las relaciones comerciales con el exterior.
Los responsables del lobby afirman que tuvieron con él una entrevista y la trasladaron las propuestas del ex presidente del Gobierno español en estas materias. Posteriormente, "informaron a la embajada de las reacciones recabadas". La empresa matiza que todas esas reacciones tienen "carácter informal".
Por todo ello, y con fecha 2 de marzo, la factura de ese mes de Piper Rudnick asciende a 91.233 dólares que se desglosan en 80.213 dólares como honorarios a los abogados y 11.019 dólares en concepto de gastos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.