Gil Casares dice que el pago está recogido en los Presupuestos
El contrato con la empresa de abogados especializada en tareas de lobby que firmó el anterior Gobierno a finales de 2003 "está avalado y visado por la Intervención General del Estado y recogido en los Presupuestos", según afirmó ayer Ramón Gil Casares, ex secretario de Estado de Exteriores, en conversación telefónica con este diario. Gil Casares asegura que es un "contrato transparente, perfectamente legal y presupuestado, y del que se beneficiará, si quiere, el actual Gobierno", pues la mayor parte del desembolso ya está realizada y esta firma de abogados es conocida en Estados Unidos.
Para argumentar la legalidad del procedimiento, Gil Casares enfatiza que "la decisión de firmar este contrato se adoptó el 8 de abril de 2003 en una reunión del Consejo de Política Exterior". Y añade: "En esa fecha, nadie pensaba en ninguna medalla para Aznar". La firma del contrato se pospuso hasta diciembre para que pasara "todos los controles de la Intervención del Estado".
El ex secretario de Estado mostró su extrañeza porque "sólo se haya hecho público el acta de las tareas realizadas para apoyar el último viaje de José María Aznar a Washington antes de las elecciones". Mantiene que "semanal o quincenalmente" se realizaban reuniones en la Embajada de España en Washington para fijar las tareas de apoyo que prestaría a corto plazo esa empresa de abogados. Afirma que "no conserva en su poder" ninguna de esas actas -"estarán en la Embajada, supongo", aduce-, pero recuerda que se acordó tareas de apoyo en contratos de empresas españolas con la Administración de EE UU, tareas de apoyo a los hispanos y "pedagogía" sobre lo que significa el terrorismo en España.
Contrato activo
El contrato, según declaró a EL PAÍS Lloyd Hand, socio de la empresa, "sigue activo". Uno de los socios del bufete de abogados es Dick Armey, ex jefe de la mayoría republicana durante muchos años en el Congreso, quien explicó que él mismo había trabajado en varias ocasiones en el contrato firmado con el Gobierno español.
La concesión de la medalla a José María Aznar es "difícil", según explicó ayer Amy Stanbauer, la secretaria del congresista Jim Gibbons que tomó en mayo de 2003 la iniciativa de proponer al ex presidente español para ese reconocimiento. La iniciativa necesitaba pasar una serie de trámites.
Logradas las firmas suficientes es necesario que el pleno de la Cámara vote la propuesta, pero para que se pueda llevar a efecto hace falta que antes un miembro del Senado también proponga a Aznar para la concesión de la medalla, cosa que aún no ha ocurrido.
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