La actividad hotelera crece un 4,1% pese a la caída del turismo extranjero

El buen comportamiento del mercado nacional permitió que el movimiento hotelero en Andalucía creciera en el primer semestre un 4,19% y que por primera vez se hayan superado en ese periodo los seis millones de clientes. Pero el principal destino turístico andaluz, la Costa del Sol, muestra significativos síntomas de estancamiento y en el primer mes de verano recibió un 20,3% menos de extranjeros que en junio de 2003.

El consejero de Turismo, Paulino Plata, ofreció ayer una interpretación muy optimista de los datos y resaltó que en un año muy complicado para la actividad por la crisis de economías como la alemana -segundo cliente turístico de Andalucía-, los atentados terroristas de marzo en Madrid, o el auge de nuevos destinos baratos, el comportamiento es "muy positivo".

Por primera vez, los hoteles andaluces superaron en los primeros seis meses los seis millones de clientes (2.002.198), un 5,8% más que en el mismo periodo de 2003, que produjeron 17.325.740 pernoctaciones, con un incremento del 4,19% respecto al año anterior.

El crecimiento se sustenta en el turismo nacional, que con un 11,6% de incremento compensó con creces la pérdida de un 1,4% en el flujo de visitantes extranjeros. Ésta fue aún mayor si se considera el número de estancias (-5%).

Huelva fue la provincia con mayor incremento de las estancias (21,5%), seguida de Córdoba (14%) y Almería (13%).

La única provincia con retroceso fue Málaga, donde el número total de pernoctaciones descendió un 5,2% debido a la caída de clientes extranjeros (8%).

Lo más preocupante es que el primer mes del verano, junio, dejó en la Costa del Sol un descenso del número de turistas extranjeros del 20,3% y del 7% en el total de pernoctaciones, con un descenso de cinco 5,7 puntos en el índice de ocupación (53,9%).

Plata reconoció ayer que existen "problemas estructurales" que hay que abordar y que es necesario un mayor esfuerzo en promoción y comercialización. El consejero rechazó de plano que exista un agotamiento del modelo de la Costa, lo que dijo "es un mensaje suicida que no tiene nada que ver con la realidad".