Turquía logra el apoyo de Chirac para negociar su adhesión a la UE

El presidente francés, Jacques Chirac, confirmó ayer su apoyo a la adhesión de Turquía a la Unión Europea "en cuanto sea posible", para lo cual aconsejó "continuar e intensificar la aplicación de las reformas democráticas y económicas". Así lo dijo un portavoz de Chirac tras la entrevista mantenida por el jefe del Estado francés con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, quien se mostró convencido de que Francia aportará "un gran apoyo" a su país en el Consejo Europeo del 17 de diciembre, en que está previsto decidir si deben abrirse las negociaciones para la entrada de Turquía en la UE.

Por razones de política interna, Francia ha sido uno de los países más reticentes a la candidatura turca. Hace meses, Chirac estimó públicamente en una decena de años el tiempo necesario para hacer realidad esa adhesión. Ayer se ahorró la comparecencia conjunta con Erdogan -habitual en otras muchas visitas oficiales- y dejó que éste diera cuenta a la prensa, en solitario, de lo hablado.

A la clase política francesa le cuesta mucho aceptar la entrada en la UE de un país musulmán con cerca de 70 millones de habitantes. El propio partido que sostiene a Chirac, la Unión por un Movimiento Popular, reiteró su postura contraria a esa adhesión durante la reciente campaña a las elecciones europeas. El otro gran partido de centro-derecha, la Unión por la Democracia Francesa, tampoco lo acepta porque "una ampliación perpetua (...) debilitará a Europa y le impedirá actuar", insiste su presidente, François Bayrou.

La entrevista de Erdogan con el líder socialista, François Hollande, prevista para hoy, se ha visto precedida de una declaración de ese partido a favor de la apertura de negociaciones con Ankara, a condición de que Turquía respete los derechos humanos y reconozca los abusos contra la minoría armenia a comienzos del siglo XX en Anatolia.

Los problemas políticos de Turquía contrastan con el empuje de las autoridades francesas y del constructor aeronáutico Airbus para venderle aviones a la línea aérea turca Turkish Airlines, actualmente en fase de privatización.