Afortunadas geometrías
El Photomuseum sigue en obras. La maqueta del proyecto resulta atractiva y, una vez materializada, puede abrir una nueva singladura en lo que a la fotografía corresponde. Mientras seguimos expectantes la puesta en marcha de la nueva sede con proyectos renovados, se comprueba que la provisionalidad no impide que sus responsables continúen organizando exposiciones mensualmente. Ahora las presentan en Torre Luzea, en la calle Mayor de Zarautz. Las piedras de sillería de la sala principal conforman un recinto muy acertado para este tipo de eventos y sus techos altos añaden ampulosidad a lo que allí se enseña.
Lo que estos días podemos ver en este lugar es un atrevido ensayo realizado por Ainara Álvarez de Eulate (Pamplona, 1976). Se trata de un trabajo, con recursos autobiográficos, que trata de responder a la pregunta de ¿cómo somos? Se ha resuelto en color, con formatos medio-grande, combinando formas realistas con otras geométricas que buscan ordenar el conjunto, combinando lo digital con lo fotoquímico. La joven autora dejó colgados los estudios de pedagogía para marchar a Gales (Reino Unido) para estudiar fotografía durante tres años. Allí, curiosamente, además de aprender inglés, le resultó más económico que hacerlo en algunas de las escuelas especializadas que hay en España. En la actualidad trabaja para una empresa realizando positivado en pruebas digitales, labor que alterna con algunas publicaciones en revistas y exposiciones, en las que trata de plasmar otras inquietudes intelectuales.
En su todavía breve currículo se comprueban algunos premios y exposiciones, unas en Swansea (Gales), donde estudió, otras en Pamplona y Burgos. Ahora sus imágenes representan autorretratos, retazos de su propio cuerpo, su vestimenta y, en general, todo lo que le rodea. A estos aspectos realistas superpone formas geométricas de lo más diverso, para conformar un sugerente encadenado entre lo real y lo abstracto. Por momentos recuerda a Kandinsky o incluso a Mondrian, pero mirando tras las líneas geométricas encontramos aspectos conceptuales de la escuela de los Becher. Es una fórmula para contestar a su pregunta inicial, para contar con sus fotografías que, según pasa el tiempo, según varían nuestras circunstancias, también cambia nuestra manera de ser. Incluso podemos llegar a convertirnos en antagonistas de lo que un día dijimos ser o pensar.
Ni somos como nos mostramos, ni como creemos ser, ni como nos ven. Evidentemente, el comportamiento y la personalidad de los humanos está en constante transformación. Pero algo que puede resultar inquietante se acepta con el mayor sosiego desde la lírica y el lenguaje visual construido por esta mujer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.