_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Marginación del CNI

Anormal y lamentable resulta la marginación a la que fue sometido por el Gobierno y los cuerpos de seguridad el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en la investigación sobre el 11-M entre el momento del atentado y el 16 de marzo, dos días después de las elecciones. La confirmación ante la comisión parlamentaria, por parte de su ex director Jorge Dezcallar, de que no fue llamado a ninguna reunión de las convocadas esos días desde el Gobierno requiere una explicación de los responsables políticos de la época.

La imagen de descoordinación de los diversos servicios de información que surge del testimonio de Dezcallar -limitado por su imposibilidad legal de desvelar secretos oficiales - confirma lo que habían puesto de relieve los mandos de la policía y la Guardia Civil, y recalca la importancia de que de esta comisión salgan recomendaciones concretas para solventar estos fallos. Entre éstos destaca el convencimiento del CNI en las primeras horas de la autoría de ETA, que no abandonó hasta que el centro se enteró, por los informativos de televisión, de la existencia de la famosa furgoneta y de su contenido.

Más información
El CNI exige a Aznar que devuelva los informes secretos que tenga

Cabe destacar la insistencia de Dezcallar en lo peligroso que resulta para un Estado que se use la información de sus servicios de inteligencia para las batallas políticas, en referencia a las "filtraciones interesadas" y a una supuesta nota sobre una conversación entre el dirigente abertzale Otegi y el de Esquerra Republicana de Catalunya Carod Rovira. Dezcallar dice haber recibido llamadas del entonces presidente del Gobierno todas las mañanas, pero no fue citado a La Moncloa ni a ningún ministerio. En ningún otro país, ante un atentado de ese calibre, hubiera quedado fuera de juego el servicio central de inteligencia. Dezcallar también admitió que el sábado 13 de marzo recibió presiones del secretario de Estado de Comunicación para desmentir la información que estaba emitiendo la cadena SER de que el CNI había abandonado en un 99% la pista de ETA. En realidad, no fue un desmentido, sino una "aclaración" de que el centro no había dejado "totalmente" de seguir esa vía.

Cada vez está más claro que el ex presidente José María Aznar deberá explicar muchas cosas sobre el 11-M. Entre las más destacadas, el porqué de una tal descoordinación de servicios y políticas. Y también por qué obran en su poder, como ha afirmado, informes del servicio de inteligencia, cuando sacar de La Moncloa documentos protegidos por la Ley de Secretos Oficiales puede constituir un delito. Si el PP intenta salvar su honor perdido, afirmaciones de este tenor no contribuyen a ello.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_