El Tribunal de la UE anula la decisión que dejó en suspenso las sanciones a Francia y Alemania

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea anuló ayer la decisión adoptada por los ministros europeos de Finanzas en noviembre del pasado año según la cual quedó "en suspenso" la vía de las sanciones contra Francia y Alemania como incumplidores del Pacto de Estabilidad y Crecimiento en los objetivos de déficit. Los magistrados entienden que esa decisión del Ecofin estuvo "viciada de ilegalidad" porque el Consejo de Ministros de la Unión Europea utilizó "un procedimiento alternativo" al margen de lo previsto en el Tratado de la Unión y del reglamento del Pacto.

Tras la resolución hecha pública ayer por el Tribunal de Justicia, ahora la Comisión Europea y los Estados comunitarios negociarán cómo salir del punto muerto en el que han quedado los expedientes por déficit excesivo contra los incumplimientos de París y Berlín.

Pedro Solbes, el anterior comisario de Asuntos Económicos y Monetarios y hoy vicepresidente y responsable de economía del Gobierno español, tuvo razón cuando en enero pasado convenció al Ejecutivo comunitario de que había que recurrir la decisión de los ministros de Finanzas. A la alegría mostrada ayer por Solbes se unió el de su sucesor, Joaquín Almunia, quien calificó la sentencia de "muy, muy positiva" porque el Pacto de Estabilidad "ha recibido un respaldo muy importante". Para Almunia, el veredicto le aclara cuál es el margen de maniobra del Consejo (los Gobiernos) y de la Comisión a la hora de concretar sus próximas propuestas para modificar y flexibilizar la aplicación del Pacto.

El Tribunal recuerda en la sentencia que el Consejo de la UE, en este caso el de Finanzas (Ecofin), es el principal responsable a la hora de hacer cumplir la disciplina presupuestaria y que, en caso de déficit excesivo por parte de algún país, el propio Tratado de la Unión y el reglamento del Pacto de Estabilidad contienen los instrumentos para "una aplicación rápida y eficaz" del procedimiento sancionador.

Duras recomendaciones

Lo que ocurrió el 25 de noviembre del año pasado fue que la Comisión Europea presentó al Ecofin unas contundentes recomendaciones contra Alemania y Francia: rebajar sensiblemente sus déficit en el año 2004, lograr el equilibrio presupuestario en 2005, poner sus cuentas públicas bajo supervisión del Consejo y abrir la vía de las sanciones (incluida una posible multa de hasta el 0,5% del producto interior bruto) si en un plazo de dos meses no reaccionaban adecuadamente. En los meses anteriores, el Consejo ya había aprobado otras recomendaciones menos duras contra Berlín y París, pero su incumplimiento hizo que la Comisión volviera a la carga en noviembre.

Bajo la presión de Francia y Alemania, el Consejo votó las nuevas recomendaciones de la Comisión, que no obtuvieron el apoyo suficiente. Ahí podía haber quedado empantanado el proceso, como admite el veredicto, pero el Consejo optó por no quedar en silencio, argumentó ante el tribunal, "para no poner en peligro la credibilidad del pacto".

Lo cierto es que el Ecofin fue más lejos y aprobó unas conclusiones por las que los Gobiernos de Alemania y Francia se comprometían a reducir sus déficit a un ritmo menor que el deseado por la Comisión y, por encima de todo, el Consejo decidió "suspender el procedimiento por déficit excesivo [contra Francia y Alemania] por el momento" y, por tanto, cerrar el paso a la vía de las sanciones.

El tribunal recuerda en su sentencia que el Consejo puede modificar o rechazar las recomendaciones de la Comisión, pero lo que no puede es "suspender el procedimiento por déficit excesivo", una opción que el reglamento del Pacto sólo contempla en el caso de que el Estado afectado haya cumplido las recomendaciones dictadas por el Consejo.

Para los magistrados, el Consejo tampoco respetó las reglas cuando dulcificó por su cuenta las recomendaciones que había aprobado con anterioridad. "Para adoptar recomendaciones contrarias a las adoptadas anteriormente, el Consejo tenía que haber respetado los procedimientos previstos en el Tratado", dice el tribunal, que se refiere a que esas modificaciones sólo podían hacerse por iniciativa de la Comisión.

Cumplir las normas

El tribunal asegura que "el Consejo no puede eximirse del cumplimiento de las normas impuestas" en el tratado y en el reglamento del Pacto ("infringió" ambos) ni puede "usar un procedimiento alternativo", por lo que anula la doble decisión de dejar en suspenso el procedimiento sancionador contra París y Berlín y de dulcificar las recomendaciones contra ambos países.

Con su decisión, el tribunal asume buena parte de los argumentos utilizados por la Comisión en su recurso, pero no todos. De hecho, declara "no admisible ni impugnable" que el Consejo no adoptara las recomendaciones del Ejecutivo comunitario contra París y Berlín. Por eso, los magistrados europeos aclaran que cada parte deberá pagar sus propias costas por el juicio.

Todas las partes implicadas interpretaron que el veredicto incluye partes positivas en sus propios beneficios. El Consejo de Ministros de Finanzas (Ecofin) saludó la sentencia porque "clarifica" el papel de cada cual. El presidente de la Comisión, Romano Prodi, señaló que el fallo "confirma el papel fundamental de la Comisión en la aplicación del Pacto". Para el ministro francés de Economía, Nicolas Sarkozy [no estaba en el cargo en noviembre pasado], el Tribunal ha dejado bien claro que "las reglas comunes deben ser cumplidas escrupulosamente por todos". El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, presidente de turno de la UE y máximo defensor del Pacto, dijo que el fallo "es importante porque aporta claridad. Nuestro ministro de Economía lo va a estudiar en el seno del Ecofin, pero hay que señalar que Francia y Alemania han avanzado mucho en el cumplimiento del Pacto".