La Comisión y los Gobiernos deben negociar qué hacer con los incumplimientos

La sentencia emitida ayer por el Tribunal de la UE constituye el hecho más relevante de la larga serie de encontronazos, críticas y ataques registrados en Europa en los últimos tres años alrededor del polémico Pacto de Estabilidad. Ahora, el veredicto pone de relieve la necesidad de que la Comisión negocie con los Estados cómo superar el punto muerto en el que ha entrado el Pacto, sobre todo a la hora de aplicarlo a Francia y Alemania, y cómo reformar y flexibilizar su aplicación. El presidente de la Comisión, Romano Prodi, y el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, se mostraron dispuestos a abrir el diálogo en breve.

Francia y Alemania han ganado ya casi un año sin tener que afrontar sanciones. Pero la Comisión entiende que "ahora se trata de actuar en consecuencia [con el veredicto del tribunal], de aplicar las reglas del Pacto a Francia, a Alemania y a todos", como señaló Almunia. Prodi coincide con los técnicos de la Comisión al señalar que "la sentencia nos lleva a la situación del 24 de noviembre". Es decir, queda anulada la decisión del Consejo, pero sigue vigente la recomendación de la Comisión, aprobada en su día por el Ecofin, para que París y Berlín rebajaran sensiblemente sus déficit en 2003 y llegaran al equilibrio presupuestario en 2004.

Plazos rebasados

Todo en teoría, porque ya han pasado los plazos para cumplir esas recomendaciones o para ir más lejos en caso de incumplimiento. Para salir del punto muerto, creen los técnicos, la Comisión tendría que plantear ahora otras recomendaciones para Francia y Alemania. "La Comisión verá cómo puede volver a una situación satisfactoria para Francia y Alemania en colaboración con el Consejo", opina Prodi.

Los expertos del Ejecutivo comunitario consultados al respecto señalan que el veredicto ha puesto de manifiesto que las reglas para aplicar el Pacto son confusas en algunos terrenos. El 25 de noviembre el procedimiento por déficit excesivo quedó paralizado. Y así seguirá de hecho, opinan los expertos, si la Comisión no presenta unas nuevas recomendaciones. Pero, a la vez, no está obligada a hacerlo. Será uno de los aspectos que Almunia y los Gobiernos tendrán en cuenta ahora a la hora de modificar las reglas de aplicación del Pacto.

El vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, el principal promotor del recurso que dio lugar a la sentencia de ayer, señaló en un comunicado que el "positivo" fallo "clarifica" el papel del Consejo y de la Comisión en la aplicación del Pacto, reafirma que todos los países de la Unión deben cumplir las reglas, incluidos los más poderosos, y sirve de referencia para la reforma del Pacto.