El síndrome ante la cámara

Su contagiosa vitalidad, su entusiasmo por "seguir adelante", como ella mismo dice, han servido también de inspiración a la película Síndrome laboral que ayer comenzó a rodarse en un polígono industrial de Torrent. Lo cuenta el director del filme para Canal 9 y TV3, Sigfrid Monleón. Cuando ya tenía el guión coescrito con Martín Román e inspirado en el síndrome Arystil, por el que murieron seis personas, el realizador se reunió con Susana Javaloyes, la trabajadora enferma y convertida en símbolo de lucha, con un trasplante bipulmonar por la inhalación de productos químicos empleados en la estampación textil. "Susana se mostró encantada con la idea. Después de hablar con ella hicimos unos retoques. La verdad es que su vitalidad nos ha inspirado", señala Monleón en un descanso del rodaje.

La película surge a partir del síndrome Ardystil, pero se trata de una historia de ficción, que pretende reflejar las "tercermundistas condiciones laborales en que trabajan muchas de nuestra familias en una sociedad se supone que desarrollada", añade Monleón. A su lado, espera Carmelo Gómez, el actor que encarna al abogado que convence a Sonia, la enferma interpretada por Mercè Llorens (coprotagonista del filme La puta y la ballena), para que sea su representante legal. Gómez se embarcó en el proyecto interesado por el contenido social de un filme que no tiene nada que ver con "toda la mandanga que se hace ahora". "Claro que conocía el caso Ardystil, aunque menos que el caso de la colza que afectó a mucha gente en mi tierra [León]", afirma el actor, que reivindica la necesidad de hacer películas de denuncia. "Hay motivo" para hacer esta película, agregó en un juego de palabras alusivo al crítico filme sobre la situación de España y el Gobierno de Aznar.