_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Kerry acierta

Con la elección del telegénico senador John Edwards como aspirante a la vicepresidencia de EE UU, el candidato demócrata a la Casa Blanca ha dado el paso decisivo para poner la campaña electoral en velocidad de crucero. A partir de ahora y hasta los ritos de la convención demócrata -a finales de mes, en Boston-, John F. Kerry tiene el tiempo justo para acabar de perfilarse ante la opinión pública como el hombre que puede desbancar a Bush de la presidencia en unas elecciones muy especiales, las primeras desde el 11-S y la guerra de Irak.

Edwards es sobre el papel la decisión adecuada en la carrera hacia el poder. Pese a su corta experiencia política, el senador por Carolina del Norte ha demostrado en las primarias de su partido, de las que se apeó a comienzos de marzo, su capacidad dialéctica y una franqueza de discurso que suple las carencias de Kerry. El candidato presidencial demócrata, pese a haber gastado 60 millones de dólares en publicidad desde que consiguiera la nominación, no es hoy mucho mejor conocido del público que entonces. Sobre Kerry, que hasta ahora ha basado su estrategia electoral en asistir desde un segundo plano al desgaste de Bush por la situación iraquí, planea la sombra de su frialdad. El senador por Massachussetts ha conseguido recaudar vía Internet 150 millones de dólares para su campaña, pero sigue sin suscitar el fervor de las bases demócratas.

Más información
Kerry elige al carismático Edwards como 'número dos'
Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La designación de Edwards, su rival más consistente en las primarias, debe aportar el toque populista que la campaña de Kerry necesita. Pese a su condición de millonario, como todos en los dos tickets presidenciales, el senador por Carolina del Norte puso el énfasis durante las primarias en la urgencia de acortar el foso entre la América de los acomodados y la de los perdedores. Como extravertido sureño y mucho mejor comunicador, Edwards está llamado a cubrir el déficit de atractivo que Kerry padece en el sur, donde sigue a la zaga de Bush en las preferencias de los votantes. El sur -donde ser y parecer un liberal bostoniano es anatema- es un espacio político decisivo y la asignatura pendiente de JFK.

Cuando tras la convención republicana de agosto comience en serio la pelea por la Casa Blanca, a los demócratas presumiblemente no les bastará esperar la autodestrucción de Bush. La designación de Edwards debe marcar entonces la naturaleza de una campaña en la que Kerry deberá convencer a los estadounidenses de que puede empuñar el timón del barco.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_