La insurgencia sabotea un oleoducto estratégico

La resistencia iraquí saboteó ayer uno de los oleoductos más importantes del país, el que une los campos petrolíferos del sur y el norte de Irak, cerca de la localidad de Faluya, uno los bastiones de los insurgentes. Inmensas columnas de humo de decenas de metros podían verse en una zona llamada Hauijat al Faluya, a unos 80 kilómetros al oeste de Bagdad.

Los ataques de la resistencia iraquí contra los oleoductos han sido una constante en el último año y han sido uno de los motivos que han impedido que, hasta el momento, Irak recupere el nivel de producción y exportación de crudo anterior a la invasión. La exportación de crudo es la principal fuente de ingresos de Irak, que tiene las segundas reservas mundiales conocidas de petróleo.