Una pica en la Gran Manzana
Simorra, la firma barcelonesa de confección, se establece en EE UU con tiendas propias
La firma barcelonesa de confección Simorra sigue los pasos de la gallega Zara, bien asentada a nivel internacional, y apuesta claramente por un crecimiento de su negocio, con una sólida base puesta en el mercado estadounidense. El Distrito de la Moda, en el corazón del Broadway de Nueva York, es el lugar elegido para comenzar la expansión.
La compañía prevé abrir hasta una quincena de tiendas propias en EE UU y facturar 16 millones de dólares en los tres próximos años
El barrio de la confección de Nueva York -Fashion District- cuenta con un nuevo inquilino. La firma barcelonesa Simorra acaba de establecer su sede en el corazón de la calle Broadway, desde donde controlará la expansión de la compañía por Estados Unidos. El plan de crecimiento de la empresa contempla abrir hasta una quincena de tiendas propias en el país durante los próximos tres años, además de utilizar el canal abierto hace tres temporadas en la distribución multimarca. Simorra espera facturar en el mercado estadounidense 16 millones de dólares en 2007. La temporada de invierno será clave para su futuro.
Quizás fuera una coincidencia del destino. La moda de Simorra desfiló por primera en sus 27 años de vida el día que se conmemoraba el segundo aniversario de los atentados islamistas contra las Torres Gemelas de Nueva York, el pasado 11 de septiembre de 2003. El hilo conductor de la puesta en escena de la colección de verano de 2004 en Barcelona fue la serie de televisión Sex and the City, en la que cuatro mujeres relatan su frenética y sofisticada vida de solteras en la Gran Manzana. Entonces, dar el salto para establecerse como empresa en Estados Unidos era una ilusión.
Hasta que en marzo se tomó la decisión. "Las ideas van saliendo, a veces no sabes por qué, y aquí estamos , con mucha ilusión y pasión por nuestro trabajo", explica Javier Simorra, refundador de la firma catalana y presidente ejecutivo en la nueva estructura de dirección, donde también ocupa la dirección creativa. "Lo que sabíamos entonces, en ese desfile, es que Estados Unidos es el camino que hay que tomar para crecer como empresa y como marca", añade el creativo catalán. Pero para dar imagen y dimensión a una colección hace falta tener tiendas propias.
Modelo español
La idea es trasladar a Estados Unidos el modelo empresarial que se sigue desde hace un cuarto de siglo en España, en el que se combinan los centros de venta de la marca con la distribución en tiendas donde se venden varias firmas. El desembarco en EE UU arrancó en mayo con el establecimiento de la sede corporativa de Simorra USA en la isla de Manhattan, junto a la que se van a abrir tres tiendas exclusivas en Short Hills (Nueva Jersey), Willow Bend (Dallas, Tejas) y West Farms (Connecticut). La sede en el Fashion District operará de forma independiente a la central de Barcelona y gestionará la expansión de la red de tiendas en el país, así como la distribución de la ropa.
El objetivo es tener abiertas un total de 15 puntos de venta en un plazo de tres años y facturar unos 16 millones de dólares, ocho millones a través de las tiendas y ocho con el negocio multimarca. Hasta hace menos de un año, Simorra se había concentrado en mimar su producto y fortalecer la estructura de negocio. La nueva estrategia busca "potenciar" la marca y el salto a Estados Unidos es clave. "Estamos haciendo el camino a la inversa", explica. Javier Simorra, uno de los cuatro hermanos al frente de esta empresa familiar, asegura que la compañía tiene "los recursos, la ilusión y la pasión para abrirse camino en este mercado. La combinación es perfecta", añade.
Simorra dispone ya de 130 clientes mayoristas en Estados Unidos. "No estamos empezando de cero y hemos visto durante las últimas tres temporadas que nuestro producto conecta con el gusto del americano", explica.
El proyecto prevé que Simorra esté presente en algunos de los mejores grandes almacenes de Estados Unidos. SAKS, Neiman Marcus y Bergdforf Goodman son algunas de las tiendas especializadas de gama alta con las que la firma mantiene negociaciones, con el fin de abrir diversos corners en sus establecimientos.
Plan de expansión
La ropa y otros artículos de la marca se producirán en España. "Si optamos por deslocalizar el negocio a Asia perderemos el control de la calidad", afirma. La fortaleza del euro frente al dólar, combinado con los aranceles que se aplican en EE UU al textil, encarecerá el valor de venta de su ropa. Pero en Simorra se deja claro que el plan de expansión "está por encima del tipo de cambio". "Habríamos dado los mismos pasos con la paridad de cambio o con el valor de hace dos años", afirma el ejecutivo catalán.
Simorra aterriza así en un mercado en el que Zara ya está saboreando el gusto del éxito. Pero desde la firma catalana se señala que el negocio de Zara no favorece a la imagen de lo hecho en España. Por eso la empresa barcelonesa tiene un gran interés por hacer desfilar su ropa en la Fashion Week -la Semana de la Moda- de Nueva York. "Nosotros hacemos calidad", afirma.
Simorra es una empresa especializada en confección femenina para un público de gama alta. Simorra cuenta con 21 puntos de venta propios en España y un punto de venta propio en Lisboa. También tiene proyectos en marcha en Milán, Londres y París. El salto hacia el mercado de la moda de Estados Unidos les llevará mucha dedicación antes de lanzarse en una nueva expansión del negocio.
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