El PSC acepta como el resto del PSOE que la Constitución limite las reformas de los estatutos
La ponencia aprobada elude el planteamiento de los catalanes, aunque refuerza el autonomismo
El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) aceptó que las reformas de los estatutos de autonomía tengan como límite la Constitución, tal y como pretendía el PSOE. Las reformas de los estatutos se llevarán a cabo "conforme a la Constitución y respetando sus previsiones". Así de clara quedó redactada la ponencia de "estrategia y proyecto político" del Congreso del PSOE en su capítulo más conflictivo, el de la reforma de los estatutos, aprobada por unanimidad. El PSC trató sin éxito de negociar una redacción más ambigua. Pero la mayoría logró que el Congreso mantuviera los principios aprobados en 2003.
La redacción definitiva del texto que ayer aprobó el 36º Congreso del PSOE no deja margen para ambigüedades, como pretendía el PSC. La enmienda del PSC, que no fue recogida en el texto aprobado, se limitaba a señalar que la reforma de los estatutos respetaría los procedimientos constitucionales, pero eludía el compromiso de que el contenido de la reforma se ajustase a la Constitución. La enmienda decía expresamente que las reformas de los estatutos de autonomía "deben llevarse a cabo respetando las previsiones que fija la Constitución".
El portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ejerció de ponente del texto de "estrategia y proyecto político", se encargó de atar este delicado asunto y de que quedara claro que la reforma de los estatutos se hará de acuerdo con los procedimientos constitucionales, pero también ajustándose a su contenido.
El debate de Pérez Rubalcaba con la delegación del PSC, que integraban Miquel Iceta, Teresa Cunillera y Ernest Maragall, fue "intenso y entretenido", según declaró el primero al anunciar, poco antes de la comida, el acuerdo sobre la ponencia principal. Rubalcaba destacó que su contenido se ajustaba a la Declaración de Santillana del Mar (Cantabria), del 30 de agosto de 2003, aprobada por el Consejo Territorial, que dio luz verde a las reformas de los estatutos de autonomía bajo tres principios: dentro de la Constitución, con amplio consenso y con la salvaguarda de la solidaridad interterritorial.
Esa era la pretensión de la Ejecutiva Federal del PSOE que, desde un principio, no quiso abrir el melón del debate territorial en este congreso. Así, las recientes demandas del presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, de que la reforma de la Constitución, prevista al final de la legislatura, recoja la distinción entre nacionalidades y regiones o de que la reforma de los estatutos de autonomía condicione la propia reforma constitucional, se eludieron ayer bajo el manto de la Declaración de Santillana del Mar.
Una declaración, promovida hace una año por el hoy presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y pactada entre todos los líderes territoriales, desde José José Bono, entonces presidente de Castilla-La Mancha, a Pasqual Maragall, entonces candidato a la presidencia de la Generalitat de Cataluña. La declaración, además de asumir la reforma de los estatutos, establecía que el principio de "igualdad está por delante del de autonomía".
Para no herir susceptibilidades, los representantes del PSOE y del PSC elaboraron ayer una nueva redacción de la ponencia, en su apartado más conflictivo, de modo que tanto la redacción inicial como las enmiendas quedaron diluidas. La redacción final, clara en cuanto a que el contenido de las reformas estatutarias debe ajustarse a la Constitución, también fue más autonomista. Eso permitió a Teresa Cunillera, que actuó como portavoz del PSC ante los medios de comunicación, mantener que los socialistas catalanes estaban "satisfechos" con el resultado.
Cunillera destacó que había desaparecido el término "inmodificables" del texto inicial de la ponencia, al referirse a los "tres principios, requisitos o criterios" que deben guiar la reforma de los estatutos de autonomía. O que, en referencia al desarrollo del Estado de las autonomías, el texto dice que los socialistas se comprometen a "dar un paso más adelante" en la construcción del Estado autonómico "ampliando el margen de actuación de las comunidades autónomas".
La representante del PSC también resaltó como aportación del socialismo catalán que la "unidad de España y la existencia de nacionalidades y regiones que expresan su diversidad son las dos caras de la misma moneda" y la advertencia de que "nada aleja más a España de su unidad que la imposición y el centralismo".
Cunillera también destacó el aval del Congreso a que se proceda a "revisar la financiación autonómica, de acuerdo a los principios de autonomía, suficiencia, solidaridad y responsabilidad fiscal". No obstante, el texto aprobado finalmente no fija plazos para esa revisión, que el PSC quiere que se haga dentro de esta legislatura.
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