Suprimidas las listas abiertas, que perjudicaban a las minorías

El anterior congreso del PSOE consagró la votación mediante el sistema de listas abiertas, de manera que cualquier afiliado podía aspirar a formar parte de la delegación de su agrupación a los congresos. El método ha fracasado y se ha revelado claramente perjudicial para las minorías, cuya representación queda laminada si no existe un pacto previo.

A luz de estos resultados, el PSOE dio ayer marcha atrás y acordó volver a la elección mediante listas cerradas y bloqueadas. Cualquier grupo puede aspirar a obtener representación si supera el 20% de los votos. Las candidaturas deben respetar el criterio de la paridad entre sexos, de forma que ninguno represente menos del 40%.

Los aspectos de funcionamiento interno siempre han tenido un fuerte peso en los cónclaves del PSOE, aunque en esta ocasión la dirección está más interesada en reforzar la proyección social del partido. No obstante, en la ponencia de Organización se aprobaron ayer algunos cambios de funcionamiento significativos, que recibieron el voto en contra de Izquierda Socialista. El portavoz en Madrid, Eugenio Morales, los consideró un "retroceso importante en la democracia del partido". Uno de los cambios consiste en elevar del 10% al 25% el porcentaje de avales necesario para aspirar al cargo de secretario general.

El mismo sistema de elección separada que se emplea desde el 35º congreso -primero se vota al secretario general y luego a la ejecutiva que éste presenta- se aplicará a las organizaciones regionales y provinciales. Como estaba previsto, los estatutos del PSOE permitirán que cuando el secretario general ocupe también la presidencia del Gobierno pueda delegar competencias en el secretario de Organización.

En cambio, se mantendrá el sistema de selección mediante elecciones primarias de los candidatos a la presidencia del Gobierno y de comunidades autónomas y a alcaldías.