Dentro de seis meses, descenso sobre Titán
Titán, el mayor satélite de Saturno, es un mundo misterioso cuyos rasgos hacen que los científicos lo definan como una Tierra primitiva. Por la atmósfera de ese mundo descenderá lentamente dentro de seis meses y medio la sonda Huygens de la Agencia Europea del Espacio que ahora va enganchada a Cassini. Y al final de la caída, puede que toque suelo o que se pegue un chapuzón en algún océano líquido, comentó en JPL Jean Pierre Lebreton, jefe científico de la sonda. No sería en todo caso un océano de agua líquida -imposible a 180 grados centígrados bajo cero, que es la temperatura estimada en la superficie de Titán- pero sí podría ser de una mezcla de metano y etano, y los sensores de Huygens incluso podrían sobrevivir unos minutos, suficientes para constatar su composición o incluso si hay olas.
Durante dos horas y media, con la asistencia de tres diferentes paracaídas, la sonda irá cayendo por la atmósfera de nitrógeno, tomando datos de composición, vientos, temperatura, presión, propiedades eléctricas, etcétera. En uno de los instrumentos, Hasi, es significativa la participación de un equipo del Instituto de Astrofísica de Andalucía. La cámara tomará imágenes constantemente. Una vez en la superficie, si es que llega, empezará a funcionar el instrumento específico de toma de datos. Además, la sonda lleva un instrumento insólito, destacaron ayer los responsables de la ESA: se trata de un micrófono, con el que se podrá escuchar el sonido de otro mundo.
Problema
Pero todo esto tendrá lugar el próximo 14 de enero, 22 días después de que la Cassini suelte a la Huygens y la encamine hacia Titán. Estaba previsto realizar esta operación siete semanas antes, pero el más serio problema que ha tenido la misión hasta ahora obligó a cambiar los planes. Cuando la nave estaba ya en camino hacia Saturno, los expertos constataron que había un problema de comunicaciones que impediría la correcta comunicación entre Huygens y Cassini durante la actuación en solitario del primero. Era un problema de desajuste de las frecuencias debido a los movimientos relativos de los dos artefactos a alta velocidad y la mejor forma de solucionarlo fue cambiar la geometría de la trayectoria de descenso sobre Titán. Huygens no se comunicará directamente con la Tierra sino que enviará los datos a Cassini y ésta a la red de antenas de la NASA hasta JPL, donde se transmitirá todo al centro de control de la ESA en Darmstadt (Alemania).
Antes de ese osado descenso, se tendrán nuevos datos de Titán. Cassini pasará cerca de esa luna en octubre y el radar de la nave hará un barrido parcial de la superficie, explicó Charles Elachi, director de JPL y responsable de ese instrumento científico.
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