Los demócratas de EE UU boicotean la candidatura de Nader
Los partidarios de Kerry temen que el aspirante independiente favorezca a Bush
Ralph Nader se ha convertido en una pesadilla para los demócratas de EE UU, que tratan por todos los medios, y sin resultados positivos hasta ahora, de conseguir que el candidato independiente a la presidencia, conocido a escala nacional por su defensa de los derechos de los consumidores, se retire de la carrera por la Casa Blanca.
El empate que reflejan las encuestas entre George W. Bush y John Kerry produce escalofríos en las filas demócratas, que temen una repetición de la dramática situación de hace cuatro años, cuando Al Gore perdió la Casa Blanca al ganar Bush, por sólo 537 papeletas, los votos del colegio electoral de Florida, donde Nader había obtenido más de 90.000 sufragios.
Desde entonces, la cantinela favorita de los demócratas ha consistido en acusar a Nader de haber privado a Gore de la presidencia, con la pretensión, siempre rebatida por el candidato independiente, de que sus votos hubieran ido a parar al ex vicepresidente si su nombre no hubiera figurado en las listas. Y en esa línea siguen cuatro años después. Sólo que en esta ocasión, alarmados por el estancamiento de Kerry en las encuestas, están intentando toda clase de argucias para conseguirlo.
Nader, un idealista de 70 años, hijo de emigrantes libaneses y con dos doctorados cum laude de Princeton y Harvard, niega que los que pueda obtener el próximo noviembre vayan a ser de procedencia demócrata. En declaraciones recientes a la cadena CNN, Nader predijo que recogería muchos votos de auténticos republicanos, para quienes los exorbitantes déficit, las políticas proteccionistas y los recortes de libertades civiles registrados durante la presidencia de Bush constituyen un atentado al genuino pensamiento conservador estadounidense. "Mi correo electrónico está lleno de mensajes de votantes republicanos", declaró Nader.
Pero los demócratas no se creen las afirmaciones de Nader y se fijan en las encuestas. Según un sondeo de Gallup realizado en mayo, sin Nader en las listas, Kerry aventajaba a Bush en 16 de los Estados considerados clave para ganar las elecciones. Con la introducción del candidato independiente, la ventaja desaparecía y los candidatos de los dos grandes partidos estaban igualados.
Ante esta peligrosa situación, los demócratas han pasado a la acción. En primer lugar, han intentado caballerosamente convencer a Nader para que se retire. Hace pocas semanas, el llanero solitario mantuvo una larga conversación con Kerry, que sólo sirvió para un intercambio de elogios mutuos.A la vista de la inutilidad de los esfuerzos oficiales, los demócratas se han movilizado individualmente tratando de boicotear a Nader en su parte más vulnerable: la inscripción de su candidatura en varios Estados. Al no haber conseguido, como pretendía, el apoyo del Partido de los Verdes, que le hubiera asegurado, como ocurrió en las dos elecciones anteriores, la inscripción automática en 23 Estados, Nader depende ahora de la obtención de firmas a escala estatal para poder inscribir su candidatura. Y varios demócratas ya han anunciado, a nivel individual, que cuestionarán ante los tribunales una por una las firmas que presente Nader. Por su parte, los republicanos se frotan las manos y, para no ser menos, han anunciado que harán todo lo posible por apoyar los intentos de Nader de conseguir la inscripción de su candidatura en diversos Estados para restar fuerza a Kerry.
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