La ola de calor provoca un récord de consumo en España y apagones en Sevilla
Los sabotajes en Electricité de France dejan a España con una sola conexión eléctrica con Francia
La ola de calor disparó ayer el consumo eléctrico a 36.330 megavatios, cifra récord en verano. El fuerte tirón de la demanda provocó varios apagones en Sevilla, que afectaron a 60.000 ciudadanos, y obligó a la compañía Sevillana a activar el plan de emergencia por primera vez en su historia. Esta situación extrema coincide con la huelga de los trabajadores de las empresas públicas Electricité de France (EdF) y Gaz de France (GdF), que cerraron ayer tres de las cuatro conexiones eléctricas entre España y Francia en una acción de protesta por la marcha hacia la privatización de ambas empresas emprendida por el Gobierno francés.
El consumo eléctrico en España alcanzó los 36.330 Mw. El anterior récord histórico se produjo el 25 de junio de 2003, con 34.850 Mw. La ola de calor y las protestas de los trabajadores franceses se aliaron para sembrar de incertidumbre el abastecimiento. Desde Red Eléctrica se aseguró ayer que el funcionamiento fue completamente normal y que el pico eléctrico causado esencialmente por los sistemas de refrigeración se cubrió sin problemas. El récord máximo se produjo el pasado 18 de febrero, con 37.212 Mw, informa Pedro Gómez Damborenea.
A pesar de esas reiteradas llamadas a la calma, alrededor de 60.000 sevillanos se vieron afectados por una decena de cortes de luz que se produjeron de forma consecutiva en diferentes puntos de la ciudad. La compañía Sevillana Endesa tuvo que activar por primera vez en su historia el plan de emergencias después de que, según reconoció su director general, José Antonio Martínez, la demanda subiera "muy por encima de lo previsto", hasta alcanzar el récord histórico de verano en Andalucía, 6.312 megavatios, a las 14.00 horas de ayer.
Los cortes empezaron por la mañana en los barrios de Nervión y en el casco antiguo de Sevilla, aunque lo peor llegó a las 15.11 horas, cuando se rompió una subestación instalada la semana pasada en la central de la Enramadilla, que sirve a 2.500 vecinos. Entonces se quedaron simultáneamente sin luz 60.000 clientes, en torno al 9% de la población de la capital andaluza, que vivió ayer uno de los días más calurosos de este año, con temperaturas cercanas a los 40º. Los 2.500 afectados directos de la central averiada estuvieron sin luz más de cuatro horas, y así siguieron varias horas más. La empresa aseguró anoche que el suministro había quedado completamente restablecido, aunque no así el servicio. Sevillana empezará hoy a instalar una subestación móvil para garantizar el servicio, mientras se repara o sustituye la unidad estropeada.
Cortes selectivos
La central afectada cuenta con otro transformador, pero, según la compañía, a esa hora ya funcionaba al límite de sus posibilidades y, para evitar una segunda avería, la empresa optó por hacer "cortes selectivos" de entre 22 y 30 minutos en distintas zonas de la ciudad.
A la ola de calor se añadieron los cortes en la conexión con Francia, que se iniciaron en la noche del domingo al lunes, enmarcados en la protestas laborales de EdF. "Se trataba de mostrar la fuerza, pero no de llevar la sangre al río", asegura la empresa española como interpretación de lo ocurrido. Red Eléctrica mantuvo abiertas conversaciones con EdF y señaló que si las cosas hubieran fallado se les podrían exigir responsabilidades por incumplimiento de contrato. Según Red Eléctrica, el sistema español está pensado para funcionar sin problemas sin uno de sus elementos (una línea importante o un gran centro de producción). "Complicaría la vida del centro de control, pero funcionaría". La potencia instalada es de 64.971 Mw, de los que 14.042 son de energías renovables, no siempre disponibles.
El riesgo del sistema español se redujo ayer a las seis de la tarde cuando se abrió la conexión de Hernani con Villefranche. En todo caso, no se necesitó importar un solo vatio francés. De hecho, España exportó durante todo el día 800 Mw a Portugal. La línea con Marruecos también se mantuvo abierta con una capacidad para inyectar en el sistema español 200 Mw.
Frente a esta visión optimista del operador español, el director de RTE, André Merlin, aseguró en un comunicado que el corte supone un riesgo para la seguridad eléctrica de la península Ibérica. Merlin señaló que, tras los cortes, también está en riesgo la estabilidad en este país. RTE ha tomado las medidas disciplinarias y judiciales para perseguir a los culpables, al igual que el presidente de Edf, François Roussely. Los sindicatos consideraban la ocupación de los centros de conexión eléctrica con España como parte una movilización "histórica" con motivo de la votación parlamentaria hoy del proyecto de ley que transforma el ente estatal EdF en una sociedad anónima, de momento pública al 100%.
Usuarios "pobres"
El corte del servicio fue reivindicado ayer por la Confederación General de Trabajadores (CGT), que, sin embargo, no se responsabiliza del parón sufrido por 8 de las 14 líneas del metro de París y del corte de energía eléctrica a 200 trenes de cercanías, todo en hora punta durante la mañana de ayer. En días anteriores se han producido cortes de energía en el palacio del presidente de la República, Jacques Chirac, así como en varios ministerios y en los domicilios de parlamentarios favorables a la ley. Las medidas de presión se alternan con otras al estilo de Robin de los Bosques, consistentes en restablecer la corriente a miles de personas que no pagan las facturas porque, según los huelguistas, son pobres.
El Gobierno francés quiere terminar con el estatuto de entes estatales de que han gozado EdF y GdF desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Para ello ha decidido transformar las dos empresas en sociedades anónimas, con el propósito de sacarlas a Bolsa. El Gobierno argumenta que las dos necesitan financiarse para responder a la competencia de los mercados de electricidad y de gas, que el próximo jueves quedarán abiertos en Francia a la altura del 70%.
El ministro de Economía, Nicolas Sarkozy, ha prometido que la colocación en Bolsa no se efectuará antes de un año y que la participación estatal en EdF se mantendrá por encima del 70%, a fin de que ningún interés privado pueda discutir la primacía del Estado. Asimismo, se ha comprometido a respetar el sistema de jubilaciones de EdF, envidiado por los empleados de otras muchas empresas. Pero la protesta, lejos de detenerse, se radicalizará hoy, coincidiendo con la votación del proyecto en la Asamblea Nacional, donde el centro-derecha cuenta con mayoría absoluta. La oposición de izquierdas apoya a los trabajadores de EdF.
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