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Barcelona gasta 1.400.000 euros al año en limpiar las pintadas de sus paredes

El consistorio no incluye los 'graffiti' realizados en muros provisionales

El Ayuntamiento de Barcelona invierte cada año 1.400.000 euros de su presupuesto en la limpieza de las paredes de la ciudad. En el año 2003 se sanearon 200.000 metros cuadrados de paredes, el equivalente a un muro de unos dos metros de altura que uniese las ciudades de Barcelona y Tarragona. De esta superficie, la mitad la ocupan las firmas -los llamados tags-; el 35%, las pintadas, y el 15%, los carteles.

Según fuentes del Ayuntamiento de la capital catalana, los graffiti quedan fuera de estos planes de limpieza, ya que normalmente se realizan en los muros que se construyen para separar las obras de la calle y son elementos artísticos. Por el contrario, los tags se eliminan todos y las pintadas, si son ofensivas, se suprimen inmediatamente.

"Si hubiese suficientes paredes legalizadas para pintar y quedasen satisfechas las demandas de espacio de algunos artistas, se reducirían las pintadas vandálicas" comenta Jero, un joven pintor de graffiti. Para sus creadores, el graffiti "es una obra de arte de un artista urbano plasmada en una pared y hecha con aerosol", prosigue Jero, y añade: "En cambio, el tag es la firma".

Los encargados de realizar las labores de limpieza pertenecen a la empresa CLD, subcontratada por el Ayuntamient, que dedica a esta misión unos 12 equipos. Para eliminar las pintadas se utilizan dos sistemas: el más habitual, que se usa en el 80% de los casos, consiste en la aplicación de mezclas abrasivas húmedas proyectando una mezcla de agua, aire y arena a una presión muy alta. El otro sistema huye de los métodos abrasivos y se basa en la utilización de productos para repintar la superficie, además de un tratamiento que sirve para proteger la pared de futuras acciones.

El proceso de limpieza sigue un método muy organizado. En una primera fase los servicios municipales detectan la presencia de la pintada y los equipos correspondientes la fotografían, toman los datos necesarios e introducen la información en el sistema informático de gestión de la empresa subcontratada. El segundo paso consiste en la planificación de la acción que se realizará. Se analiza cada caso y se decide cuál es la mejor forma de actuación. Finalmente, se realiza la intervención para la eliminar la pintada.

Los campos de actuación son sobre todo las fachadas de los edificios y los elementos del mobiliario urbano.

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"Arte vandálico"

Sobre este fenómeno urbano y su consideración cívica y social hay división de opiniones. Desde la de quienes lo consideran un proceder incívico sin atenuantes hasta la de los propios creadores de graffiti. Algunos de estos últimos reconocen que hay cierto tipo de pintadas que son vandalismo puro y duro. "El graffito es un arte vandálico o un vandalismo artístico. No todo el que pinta lo hace vandálicamente, ni todos los vándalos hacen graffiti. El problema es que los graffiti son reivindicativos y las reivindicaciones conscientes se tienen que hacer en lugares bien visibles", explica el llamado Escritor.

Limpiar un tag cuesta unos 40 euros; si es una pintada grande, entre 75 y 150 euros, y 15 una pegatina o cartel. Los barrios en los que más actuaciones se realizaron durante el año pasado fueron los de Gràcia, Ciutat Vella y el Eixample

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