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Los niños del 92 recibieron ayer la llama olímpica en Barcelona

Barcelona recibió ayer la llama olímpica con el recuerdo de 1992 y con una mezcla de entusiasmo y nostalgia. Cientos de miles de ciudadanos se lanzaron a las calles desde las 14.00 horas, cuando el fuego llegó al estadio de Montjuïc procedente de Madrid. El alcalde, Joan Clos, entregó la primera antorcha a la soprano Montserrat Martí mientras la madre de ésta, Montserrat Caballé, interpretaba diversas piezas en la plaza que une el estadio Lluís Companys y el Palau Sant Jordi.

La antorcha recorrió casi 50 kilómetros por las calles de la ciudad visitando casi todos los distritos. El momento más emotivo, sin embargo, fue al final del recorrido, cuando el ex jugador del Barcelona de balonmano Iñaki Urdangarín, esposo de la infanta Cristina, dio el último relevo al ex baloncestista Juan Antonio San Epifanio, Epi, quien, acompañado por unos 1.500 niños nacidos en el año 1992, realizó el último recorrido por la avenida de Maria Cristina.

El tenista Sergi Bruguera fue el primer deportista en recibirla. Le relevó el ya ex jugador barcelonista de la sección de balonmano Enric Masip, a quien se le apagó el fuego mientras corría. La antorcha se volvió a encender con el fuego que se guardaba en el vehículo que acompañó a los relevistas. En total, 125 personas pasearon el fuego olímpico por la ciudad.La antorcha olímpica también pasó ayer por el Fórum y sorprendió a más de un visitante que no se esperaba encontrar con la llama de Atenas 2004 dentro del recinto, informa Ester Riu. Con casi media hora de retraso, el futbolista Pep Guardiola entró con la antorcha por el acceso de la avenida Diagonal al recinto del Besòs. Dentro, muy cerca de la entrada, le estaba esperando el alcalde de Barcelona, Joan Clos, quien no actuó como relevista sino como "testigo", como él mismo dijo. Guardiola saludó a Clos y siguió con la antorcha hasta el Mirador del Puerto. Allí, el consejero delegado de Auna, Joan David Grima, tomó el relevo. El publicista Lluís Bassat fue el siguiente que corrió con la antorcha por uno de los muelles del puerto de Sant Adrià. Bassat la pasó a Fernando Climent, presidente de la Federación Española de Remo, quien la llevó hasta la zona de acceso de la avenida Diagonal. La regatista Teresa Zabel sacó la antorcha del recinto.

Antes, la llama olímpica había recorrido L'Hospitalet, descendido hasta el puerto por la avenida del Paral.lel y subido por La Rambla, donde el cocinero Ferran Adriá se sumó al relevo con la antorcha.

Induráin, en la Diagonal

El pentacampeón del Tour, Miguel Induráin, llevó el fuego encima de una bicicleta por la Diagonal y recorrió 800 metros, el doble que el resto de los 125 relevistas. Arantxa Sánchez Vicario también hizo su relevo, después de desear que el 30 de junio reciba la invitación para participar en los Juegos de Atenas.

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Antes del tramo final, en el que se congregaron miles de personas para ver los últimos relevos, el atleta Fermín Cacho, los futbolistas Albert Ferrer y Toni Giménez, el ciclista Pedro Delgado, el tenista Jordi Arrese y el periodista Manuel Fuentes, entre otros muchos, también portaron la antorcha.

Juan Antonio San Epifanbio realizó el último relevo y entregó, como hace casi 12 años, la llama olímpica al arquero Antonio Rebollo, sólo que en esta ocasión no tuvo que disparar su flecha hacia el pebetero del estadio olímpico, sino encender uno situado a su altura, junto a las fuentes de Montjuïc, mano a mano con el alcalde Joan Clos y bajo la atenta mirada del ex presidente del COI, Juan Antonio Samaranch.

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