Zapatero quiere aprovechar la cumbre para reforzar las relaciones con Washington
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, viaja hoy a Estambul con la ambición de aprovechar su primera cumbre aliada para reforzar las relaciones con EE UU, aunque está descartado que vea a George W. Bush a solas. En medios gubernamentales, ha surgido el temor de que la determinación de Bush de lograr algún tipo de implicación de la OTAN en Irak ponga en aprietos a la delegación española.
Zapatero tiene poco que ofrecer en dicho tema. El Gobierno español no considera adecuado que haya un contingente aliado en Irak, según ha reiterado el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Y ni siquiera en la hipótesis más probable, y menos ambiciosa, de que los aliados se limiten a comprometerse a instruir al Ejército iraquí habrá contribución española.
El jefe del Gobierno ha dicho hasta la saciedad que, bajo ningún concepto, volverá a enviar tropas a Irak. Según un portavoz del Gobierno, esa decisión se refiere igualmente a hipotéticos instructores castrenses. Lo máximo que Zapatero podría considerar es que militares iraquíes vinieran a formarse en España.
De ahí la incomodidad perceptible en torno a un debate que tanto Bush como su aliado británico, Tony Blair, quieren impulsar aun a riesgo de que se reabran viejas heridas con Francia y Alemania, o con la ahora insumisa España. La inquietud parece especialmente intensa porque Zapatero había hecho saber que el primer objetivo que perseguirá en Estambul es reafirmar su convicción de que la relación transatlántica es un pilar insustituible de la seguridad internacional, incluida la de los europeos. Desde el Gobierno se insiste en que, en cualquier caso, las relaciones con EE UU no se han resentido en absoluto tras la retirada de Irak.
Todo transcurre con normalidad desde que Moratinos viajó a Washington el pasado abril y los contactos diplomáticos son continuos, según las mismas fuentes. El ministro de Exteriores, se ha dicho, por ejemplo, habló retiradamente por teléfono con su homólogo, Colin Powell, en los días previos a la aprobación por el Consejo de Seguridad de la resolución 1546, y su brazo derecho, el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, se desplazará próximamente a Washington para consultas sobre el problema del Sáhara.
Zapatero hubiera querido, sin embargo, ver a Bush en Estambul. Como mucho, tendrá que contentarse con un breve saludo, ya que el norteamericano no celebrará ningún tipo de encuentro bilateral durante esta cumbre. Un factor adicional que puede complicar el debut de Zapatero en la OTAN es su resistencia a concretar las fuerzas que España enviará a Afganistán para reforzar la toma de control por el Eurocuerpo.
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