Miles de barceloneses celebran la verbena de Sant Joan en las carreteras

Ayer a las nueve de la noche una pareja se comía la tradicional coca de piñones en el arcén de la autovía de Castelldefels. No brindaron con cava. Todavía les quedaban dos horas para atravesar los túneles del Garraf. No fueron los únicos. El desplazamiento de cerca de medio millón de coches por el largo puente de Sant Joan provocó ayer retenciones de hasta 20 kilómetros en las carreteras catalanas, especialmente en dirección al litoral de Tarragona y Girona.

El tráfico en el área metropolitana de Barcelona se empezó a complicar a las seis de la tarde, agravado por varios accidentes. Un choque en la AP-7 a su paso por Sant Jaume dels Domenys provocó retenciones de 15 kilómetros en dirección al sur; mientras, hacia el norte se arrastraban nueve kilómetros de caravana a la altura de La Roca del Vallès. En la carretera N-340 se produjeron otros 15 kilómetros de retención desde Mont-roig del Camp y Cambrils hacia el sur. La carretera del Garraf registró hasta 20 kilómetros de colas y las de Girona también presentaron tráfico denso toda la tarde.

Unos 500 agentes de los Mossos d'Esquadra trabajarán diariamente durante los cuatro días del puente de Sant Joan para garantizar la fluidez del tráfico y efectuarán entre 7.000 y 8.000 pruebas de alcoholemia en los 800 puntos de control establecidos en toda Cataluña.

Muchos catalanes decidieron disfrutar de la verbena en la ciudad, y también en sus playas. En Barcelona se celebraron más de 80 verbenas populares y se encendieron hogueras que animaron los distritos. Un total de 68 operarios de limpieza empezaron a trabajar a las doce de la noche en las seis playas de la ciudad. El Ayuntamiento había anunciado que hoy a las 6.30 regaría las playas para desalojar a quienes todavía celebraran la verbena.

Los Bomberos de la Generalitat realizaron hasta las siete de la tarde de ayer 219 intervenciones en las comarcas catalanas, 49 de ellas motivadas por hogueras o incendios de contenedores o desechos.