Greenspan cambia el ritmo

Los inversores han recibido positivamente el anuncio de que los tipos de interés en Estados Unidos subirán, probablemente, de manera muy moderada en los próximos trimestres y las bolsas han ganado en estabilidad. El Ibex 35 suma su quinta semana consecutiva de subidas, esta vez con el 0,58%.

Las bolsas han reaccionado positivamente, aunque con precauciones, a las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, sobre el abandono moderado de la "política monetaria estimulante" en los próximos trimestres. Aunque a continuación añadió que las previsiones sobre la evolución de la economía y de la inflación están sujetas a error y eso puede hacerle cambiar de opinión, los inversores han reaccionado bien, a pesar de que sólo un día antes se conoció el IPC de Estados Unidos del mes de mayo, con una subida del 0,6%, que sitúa la tasa interanual de inflación en el 3,1%.

Tras algunas semanas jugando con las perspectivas de una subida más o menos rápida de los tipos de interés, los inversores se encuentran ahora con algo parecido a un programa de ajustes monetarios, según la mayoría de las interpretaciones, que les ha llevado a asumir que el precio del dinero subirá un cuarto de punto a finales de mes en Estados Unidos. Cualquier otra decisión por parte de la Reserva Federal provocaría fuertes ajustes en las bolsas.

El mercado de valores español se ha movido poco esta semana, que comenzó con una distribución de papel que le restó al Ibex 35 el 1,20% en la jornada del lunes. A partir de aquella sesión las cotizaciones iniciaron una recuperación lenta pero efectiva, en la que los volúmenes negociados no han tenido demasiado que ver, pero que ha sido posible por la proximidad del vencimiento de los contratos de opciones y futuros de este mes, que tuvo lugar en la jornada de cierre, y que ha ofrecido como fenómeno más relevante una rotación de posiciones casi perfecta.

Así las cosas, el Ibex 35 suma su quinta semana consecutiva de avances, añadiendo esta vez el 0,58%, con lo que suma más del 4% de subida en este tiempo.

La aparente estabilidad que muestra el mercado de valores español no es más que la consecuencia principal de un amplio movimiento lateral que se da en la mayoría de las bolsas y que, a su vez, es producto de la indefinición propia de situaciones de riesgo. La economía crece, pero lo hace de forma irregular y con un entorno internacional inestable, en el que el precio del petróleo ha jugado una baza importante.

El bajo nivel de la contratación es una muestra de la prudencia de los inversores o, si se prefiere, de su negativa a asumir riesgos en estas condiciones, incluso cuando el petróleo se ha situado otra vez en torno a los 36 dólares por barril. La sesión del pasado lunes, en la que el Ibex 35 perdió el 1,20%, es una buena prueba de la inestabilidad de las posiciones.