Comienza el éxodo del Estrecho
El viaje de 2,7 millones de magrebíes camino de África genera un gran negocio en las gasolineras andaluzas
Todo está listo. Desde Despeñaperros hasta Algeciras y desde Valencia hasta Almería, las gasolineras se frotan las manos, los dueños de las grúas refuerzan turnos y los vendedores de billetes de barco esperan salvar la campaña. Se siente que la Operación Paso del Estrecho ha comenzado. El éxodo de 2,7 millones de magrebíes que vuelven a sus países de origen para las vacaciones se intensifica a partir del fin de semana que viene.
Uno de los más contentos por la llegada de magrebíes es Álvaro Bolívar Mayas, de 25 años. Bolívar trabaja en la gasolinera El Límite, propiedad de su familia y situada en la A-4 que une Madrid y Cádiz, al terminar el puerto de Despeñaperrros. "A partir de la semana que viene, el 70% de nuestros clientes serán marroquíes", afirma mientras atiende a Hizam.
Hizam es marroquí y uno de los pioneros del éxodo. Salió de Verona, donde trabaja como albañil, hace día y medio. Su Ford Mondeo azul está lleno de restos de insectos de varias nacionalidades. Hizam lleva a su familia un televisor Sony del tamaño de un campo de fútbol.
Desde que el 15 de junio comenzó oficialmente la operación hasta el viernes pasado, 14.648 magrebíes como Hizam cruzaron el Estrecho en 3.604 vehículos. De ellos, 2.455 coches cruzaron a través de Algeciras; 872, a través de Almería; 144, desde Alicante, y 133 vehículos desde Málaga. Hasta el final de la operación, el 15 de septiembre, el Gobierno prevé el paso de 661.000 vehículos y 2,7 millones dde pasajeros.
Hizam quiere comprar un billete en la caseta que la compañía Euroferrys ha instalado en la gasolinera, pero aún no está abierta. Tenía previsto abrir sus puertas hoy. La mayoría de gasolineras tienen instaladas casetas de venta de billetes. Junto a ella, hay unos servicios que la estación ha construido este año.
Además de los servicios, Bolívar repone estos días miel. Muchos magrebíes compran miel. Una empresa de Villafranca de Córdoba la envasa con letreros en árabe para la ocasión. Un día punta de la operación, la gasolinera puede facturar 18.000 euros.
Las gasolineras compiten para dar servicio y atraer a los emigrantes. La estación Manzanil, en la A-92 entre Granada y Málaga, prevé construir esta semana una jaima para los viajeros. Ahmed Ouazine vende billetes de ferry en la gasolinera. Hoy está solo y abre ocho horas al día. A partir de la semana que viene abrirá 24 horas al día con dos trabajadores contratados.
Los billetes para Tánger o Ceuta se pueden comprar en cualquiera de los centenares de casetas que hay a lo largo de la carretera y que, con grandes banderas, se divisan desde la autovía. Casi todas las gasolineras tienen una. Hay ferrys cada hora desde las 06.00 hasta las 21.45. A partir del 1 de julio, las 12 compañías navieras que operan en el Estrecho ponen barcos 24 horas al día. El precio de una persona en un coche hasta Tánger es de 103,1 euros. El precio es el mismo que en el puerto de Algeciras y para la mayoría de las empresas. La ventaja de comprarlo en la carretera es que se ahorran colas. Ir por Ceuta es más barato, 87 euros, pero el papeleo es mayor en la frontera de Ceuta. Por eso la mayoría de marroquíes elige volver por Tánger.
Ouazine reconoce que los fines de semana se pueden producir colas en Algeciras, pero que no se pueden comparar con las de antes "En 1987, necesitabas una semana para tomar un ferry, en 1990, tres días", explica Ouazine, veterano en estos viajes.
Ouazine es de las 2.600 personas que, según el Gobierno, participa en el dispositivo. En total, 2.600 personas se movilizan para agilizar y sacar provecho al tránsito. Aunque el tiempo de espera se ha retrasado, la directora general de Protección Civil, Celia Abenza, alertó de que este año puede aumentar el tiempo de espera debido a que este año aumentarán los controles de seguridad en la frontera.
Ouazine muestra la explanada que hay delante de la caseta, donde irá la jaima. "La semana que viene esto estará lleno de coches". Por la carretera sólo se ve algún coche cargado. Los marroquíes llevan a sus casas electrodomésticos, comida, ropa, regalos para la familia...
Los coches, a veces con años de más, van saturados. Y vienen de lejos (Holanda, Francia, Italia, Alemania...) El trabajador de una gasolinera de Las Pedrizas, en Málaga, celebra el emplazamiento de su estación de servicio: "Esta gasolinera está detrás de una cuesta que recalienta mucho los coches, sobre todo si van cargados. Muchos marroquíes tienen que parar aquí por narices". Durante los fines de semana, cuando más magrebíes circulan, las grúas esperan en la gasolinera a los dueños de los exhaustos coches.
Los que no paran allí pueden parar en el área de descanso de Las Pedrizas, en el kilómetro 188 de la A-92. El jueves por la tarde no había viajeros en el área de descanso, que dentro de una semana, llena de niños, coches, gente y vida, será otra.
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