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Pronovias cierra Gaudí con la fuerza de Ungaro y el 'glamour' de Hollywood

Vuelve poco a poco el blanco y se respira inspiración en Balenciaga y la década de 1950

Pronovias culmina este año, en su 40 aniversario, con una compleja operación de expansión internacional que comprende el fichaje de Emanuel Ungaro, Elie Saab y la invitación especial del tándem norteamericano James Mischka y Mark Badgley. Con estos nombres, a los que se suman el diseñador de la casa Manuel Mota, Lydia Delgado, Hannibal Laguna y Miguel Palacio, la firma catalana ha puesto un colofón de lujo a la pasarela Gaudí Novias, dejando claro que cada vez se difumina más la frontera entre el traje de fiesta y el de novia.

Dicen que volverá el blanco, pero lo hace poco a poco, tamizado por las miles de variaciones cromáticas que van del marfil al beis y al oro. Hay y habrá supervolúmenes espumantes logrados con las tafetas más ligeras; se respira inspiración en Balenciaga y en la alta costura de la década de 1950, con un desarrollo de la silueta que no elude curvas. Y cómo no, están presentes los trajes joya, los encajes antiguos, los bordados en cristal y las veladuras. Gran aporte, la resurrección del caftan que dirige Manuel Mota, o su uso del raso para lograr sensuales prendas lenceras.

El de Pronovias fue un desfile de más de 80 salidas concebido con magisterio y calidad en el que imperó la artesanía eterna, probablemente lo único que justifica en el siglo XXI la existencia de estas prendas, tan irreales como perfectas. Los diseñadores de Nueva York Badgley y Mischka, habituales creadores de los vestidos que lucen las estrellas en la noche de los Oscar, destilaron el más puro glamour de Hollywood con vestidos bordados inspirados en el Art Déco Vintage y la joyería victoriana. A partir de 2005, Pronovias, con el 40% del mercado español de las novias y el 5% mundial, incorporará a sus filas la colección de Emanuel Ungaro, diseñada por el director artístico de la casa, Giambattista Valli, que se caracteriza por acercar la alta costura a los vestidos de novia. Valli apuesta por la mezcla de texturas, cuerpos de pedrería y finos tirantes.

Victorio y Lucchino cerraron la jornada el jueves con un ejercicio de artesanía. Los sevillanos, que desde hace siete años presentan sus colecciones de novias en Barcelona, mostraron unos vestidos cuidadosamente elaborados en tonos beis, rosado y blanco roto. Destacó un vestido tejido con 896 caracolas en organza rematadas en hilo, otro elaborado con gasa en hilo de abeja y un tercero construido a base de cintas de gasa. Victorio y Lucchino lanzaron un guiño a los tejidos tecno con una falda de claveles de pasta en organza. Los diseñadores también presentaron en la pasarela una nueva propuesta de gabardina nupcial. Hannibal Laguna se inspiró en cuadros de Picasso, Goya y Ramon Casas para pintar sus trajes que potencian el cuello y el hombro de la mujer. El salón europeo Noviaespaña, con 100 expositores, arrancó ayer.

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