El párroco de Sant Agustí impide que los inmigrantes se reúnan en la iglesia
Más de 200 inmigrantes se concentraron ayer por la tarde frente a la iglesia de Sant Agustí de Barcelona después de que el párroco decidiera tener la iglesia cerrada para impedir que los inmigrantes llevaran a cabo una asamblea en el interior del templo de Ciutat Vella, tal como tenían previsto.
La portavoz de la Asamblea por la Regularización sin Condiciones, Norma Falconi, afirmó que el párroco accedió la semana pasada a dejarles celebrar una asamblea en el interior de la iglesia desde las ocho de la tarde de ayer hasta la medianoche, pero ayer les comunicó que no podía permitirles la entrada porque temía que se encerraran. "El párroco ha recibido presiones de quienes quieren aislarnos y cerrarnos todas las puertas", denunció Falconi.
La asamblea de inmigrantes empezó con la lectura del informe de los miembros que el pasado martes se reunieron con representantes de la Delegación del Gobierno en Cataluña. Este informe califica la reunión de "trampa" porque los representantes de la Delegación del Gobierno "no tienen ninguna intención de atender las demandas de los inmigrantes", aseguran. "Nosotros sólo queremos nuestros derechos, no queremos molestar a nadie, pero nos cierran todas las puertas", dijo un miembro de la comunidad paquistaní.
La asamblea terminó a medianoche y se decidió aplazar hasta hoy si inician una huelga de hambre, tal como propusieron algunos líderes de la comunidad paquistaní. "Se trata de una decisión muy seria y es mejor tomarla en una asamblea en la que haya más gente", dijo Enrique Mosquera, que convocó a los presentes a una nueva reunión para hoy en la Rambla del Raval y en la que se informará del resultado del encuentro con la secretaria de Inmigración.
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