Zapatero recuerda que Renfe, RTVE y AENA adeudan 18.000 millones

Mariano Rajoy, líder del PP, intentó ayer acorralar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la sesión de control al Ejecutivo recordándole que el anterior Gabinete le dejó una gran herencia, y reprochándole contradicciones de ministros del área económica. Zapatero replicó que con el PP la deuda de RTVE superó los 6.010 millones de euros, la de Renfe es todavía mayor y la de AENA alcanza los 3.906 millones.

El líder de la oposición, Mariano Rajoy, se dirigió a Zapatero en la sesión de control al Gobierno en el pleno del Congreso, para sostener que ha recibido los resultados de "una política económica conocida, previsible, coherente, sin contradicciones internas, que generó credibilidad y confianza". Y le reprochó que se han escuchado cosas distintas, por boca de ministros del Gobierno, sobre "el déficit, la estabilidad presupuestaria, la vivienda, los horarios comerciales, los impuestos, la tributación de las plusvalías, las infraestructuras, o la financiación autonómica".

Para Rajoy, "da la sensación de que hay dos Gobiernos en un solo Gobierno". Zapatero le aseguró al responderle que el único modelo del Gobierno es el del crecimiento, con estabilidad, creación de empleo de calidad y productividad, a través de la innovación. De paso, le recordó que se ha elevado el salario mínimo interprofesional y la cuantía de las becas. Y advirtió que de la herencia económica del PP habrá que descontar los más de 18.000 millones de euros de deuda que acumulan RTVE, Renfe y AENA.

Antes, Zapatero aseguró al portavoz de Coalición Canaria, Paulino Rivero, preocupado por el acercamiento de posiciones entre Marruecos y Estados Unidos, que "todo lo que sea que países como Marruecos avancen en la modernización, en la apertura y en una mayor relación con el mundo occidental sin duda es bueno para España y para Marruecos".

Luego, llegó lo que parece haberse convertido en una costumbre de los miércoles por la tarde, en la sesión de control: Eduardo Zaplana, portavoz del PP, y Ángel Acebes, secretario general adjunto del PP, tratan de tomarle la medida a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, con preguntas sobre política general. Zaplana la acusó ayer de que la acción del Gobierno está condicionada por el Ejecutivo tripartito de Cataluña, y específicamente por las exigencia de su presidente, el socialista Pasqual Maragall. Acebes le preguntó qué han hecho para mejorar la vida de los ciudadanos, y volvió a imputarle incumplimientos, incoherencias y actitudes antidemocráticas. A esa línea se sumó luego el diputado popular Alejandro Ballestero, que desgranó graves imputaciones contra la línea informativa de Televisión Española.

Fernández de la Vega desmintió las acusaciones, volvió a insistir en el nuevo talante y los nuevos modos del Gobierno, y provocó la hilaridad de diputados populares cuando concluyó su respuesta a Acebes asegurándole que "desde que este Gobierno está gobernando, sólo saliendo a la calle se nota que se respira un aire mejor". En los escaños del PP corearon, con risas "¡qué bonito!, ¡qué bonito!".