Los jubilados franceses podrán ceder sus casas a cambio de una renta

El Ministerio de Economía, cuyo titular es Nicolas Sarkozy, estudia introducir mecanismos para que el propietario de una casa pueda venderla y seguir ocupándola, a cambio de unos ingresos vitalicios. A cambio de renunciar a transmitir el bien a sus descendientes, el propietario podría completar su pensión de jubilación con un préstamo. A su fallecimiento la entidad financiera pasaría a ser dueña del inmueble.

Fuentes del Ministerio de Economía aseguraron que la decisión sobre esta "hipoteca a la inversa", que es su denominación provisional, no está tomada. Sin embargo, confirmaron la información anticipada ayer por el diario económico La Tribune, según la cual se ha encargado un estudio, que debe entregarse antes de que acabe este mes. La práctica se inspira en Estados Unidos, donde la modestia de los sistemas de jubilación y la elevada proporción de casas en propiedad ha favorecido ese tipo de mecanismos.

En Francia (así como en España) ya existe un sistema de este tipo, pero limitado al ámbito privado. El año pasado se realizaron unas 4.000 transacciones de propietarios que venden sus casas a cambio de una renta, normalmente para quedarse en ella hasta su muerte. El monto de la renta se calcula en función de la esperanza de vida del vendedor y de un tipo de interés. El sistema puede ser la ocasión de convertirse en propietario de un bien inmueble sin aportar demasiado dinero, pero exige la suficiente juventud del comprador como para que no haya riesgo excesivo de ser enterrado por el vendedor. Los anuncios de estas transacciones se exhiben en los escaparates de algunas agencias de compraventa, con una estética intermedia entre la de los anuncios normales y las orlas mortuorias.

Problemas de jubilación

En los entendimientos entre particulares suele haber compañías de seguros de por medio. Por el contrario, el mecanismo estudiado por el Ministerio de Economía permitiría intervenir a las instituciones financieras. Colocar el crédito hipotecario "al servicio de los problemas de la jubilación" -expresión utilizada por un directivo bancario- puede convertirse en un nuevo mercado para los bancos y las cajas.

Desde hace años se bombardea al ciudadano con la idea de que será imposible cumplir con todos los compromisos adquiridos a efectos de pensiones; el monto de las jubilaciones habrá de reducirse progresivamente y la posesión de un activo inmobiliario puede contribuir a mejorar los recursos del jubilado. Falta saber cómo reaccionarán los descendientes, al verse privados de una herencia semejante en periodos de alza de los precios inmobiliarios.

Un dato complementario: los franceses piden cada vez menos créditos. Según datos difundidos recientemente por el Observatorio del Endeudamiento de los Hogares, menos de un hogar francés de cada dos pidió un préstamo el año pasado, el nivel más bajo desde hace 15 años.

No obstante, mientras el saldo de créditos al consumo cae mucho, el recurso al crédito inmobiliario sigue siendo estable.