Indios aymaras queman vivo al alcalde de un pueblo de Bolivia

Un grupo de indios aymaras bolivianos quemó vivo ayer al alcalde de la población de Ayo Ayo (90 kilómetros al sur de La Paz) y ató el cuerpo calcinado a un poste de la plaza del pueblo, donde fue encontrado por la policía, como castigo a su presunta mala gestión municipal.

El cuerpo de Benjamín Altamirano fue levantado por agentes de la policía judicial y dos fiscales, que abandonaron el lugar hostigados por un centenar de personas. Altamirano había sido secuestrado el lunes pasado, en la ciudad de La Paz, por unos desconocidos, según una denuncia presentada a las autoridades por sus familiares, que entonces dijeron temer por la vida del alcalde, perteneciente a la populista Nueva Fuerza Republicana.

Los vecinos de Ayo Ayo, población de 7.000 habitantes, llevaban meses amenazando al alcalde, al que acusaban de malversación y desvío de fondos del municipio, y al que exigían su dimisión. El comandante de la policía, Jairo Sanabria, declaró que el asesinato no quedará impune.

Este es el segundo caso de muerte por la llamada "justicia comunitaria" en la región andina de Bolivia, tras la ejecución de dos personas acusadas de robo el pasado julio en Calacoto, al sur del lago Titicaca. Un linchamiento similar se registró el pasado abril pasado en Ilave, departamento peruano de Puno, vecino de Bolivia, donde una turba asesinó al alcalde Cirilo Robles, acusado de corrupción.