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Reportaje:Eurocopa 2004 | El día después del primer tropiezo

Totti la paga con las botas y las medias

El as del Roma, que está obligado a estrenar calzado por contrato, se queja por las ampollas que sufrió en el encuentro con Dinamarca

Es como si Michael Schumacher se presentara a un gran premio sin haber probado antes su Ferrari. O como si Lance Armstrong empezara el Tour de Francia con una bicicleta sin estrenar. Eso fue lo que le sucedió el lunes, en Guimarães, al as de la selección italiana, Francesco Totti, de 27 años, cuando comenzó el partido contra Dinamarca con unas botas completamente nuevas, sin estrenar. No extrañó, por tanto, que, a la media hora, se saliera a la banda y se las cambiara por unas ya gastadas y más cómodas. "Yo quería usar las botas viejas, pero el patrocinador me obliga a ponerme unas nuevas. Tengo un contrato. No se puede hacer nada", confesó con su ingenuidad habitual Totti, tras el encuentro, al periódico italiano La Repubblica. "Pero quizá sea también un problema de las calzas. Me bullen los pies. Es terrible, como si estuviera en la playa y caminara sobre la arena hirviendo", añadió el media punta del Roma en un posterior intento de despejar un tanto la culpa hacia otro patrocinador. El suyo, Nike, le cubre las botas. El de la selección italiana, Puma, se encarga de todo lo demás: la ropa. Salió malparado por partida doble. Totti especuló sobre la posibilidad de que las ampollas también fueran provocadas por una sudoración excesiva a causa del tejido con el que están confeccionadas las medias: "Pero no los puedo cambiar, pues son del patrocinador técnico de la selección. De una u otra forma, lo debo resolver y pronto"

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Ayer salió a la palestra un portavoz del patrocinador de las botas para declararse tifoso antes que empresario. "Si las nuevas le fastidian, Totti puede usar las viejas", declaró Máximo Giunco, director de comunicación mundial de Nike. "Si hay problemas contractuales, los solucionaremos. Antes que patrocinador, somos sus hinchas", agregó. Las botas que usó Totti son del modelo Air Zoom T90, un tipo de zapatos que él lleva desde febrero. "Para esta Eurocopa le habíamos pedido que usara unas de un color distinto: en vez de gris y blancas, rojas y blancas. Técnicamente, es sólo una cuestión cromática debido a la elección de la mercadotecnia. Ahora bien, si él se siente mejor con las viejas, puede hacerlo tranquilamente", afirmó Giunco. También Luigi Fusaro, administrador delegado de Puma, salió al paso de las quejas. "No bromeemos", afirmó; "estamos dispuestos a cubrir cualquier tipo de solicitud. Con nuestras medias, las selecciones de Túnez y Camerún han ganado las dos últimas ediciones de la Copa de África en condiciones de calor mucho más acusadas que las que Portugal".

Pero el daño ya está hecho. Totti tenía ayer los pies hirviendo. "Me han salido dos grandes ampollas", declaró. Y lo que es peor: la vergüenza para un profesional de anteponer los intereses comerciales a los futbolísticos. Ya en las categorías infantiles de cualquier club aficionado del mundo, una de las primeras leyes que aprende el niño es ésta: nunca deben estrenarse unas botas en un partido. Pueden convertirse en un objeto de tortura. Justamente lo que le ocurrió el lunes a Totti, que, en efecto, se pasó media hora corriendo como un pato, reduciendo su talento a la mínima expresión. Hasta que no aguantó más y se marchó a la banda. Y tiró las botas rojas por el aire, sin contemplaciones, mientras que tres asistentes de la selección azzurra le animaban a que volviera rápido al campo. Lo hizo después de varios minutos, un lapso alargado por el árbitro, el español Mejuto González, que, metido en el partido, no veía los ostensibles gestos de Totti para volver al terreno de juego. Finalmente, volvió y, ya sí, empezó a demostrar por qué es uno de los mejores futbolistas del planeta. Primero inventó un pase interior a Zambrotta entre una maraña de piernas que el lateral izquierdo desaprovechó. Después, otro parecido a Vieri, también dilapidado. Claro que Totti ensució su actuación con una entrada espeluznante a última hora al capitán danés, Henriksen, que Mejuto, muy complaciente con los azzurri, sólo castigó con la tarjeta amarilla. A pesar de todo, Totti mejoró considerablemente desde que se deshizo de las malditos zapatos que le imponían por contrato. Desde que recuperó el fútbol y se olvidó del negocio.

Panucci confesó que las medias del uniforme de la selección también le produjeron ampollas. "Para mí fueron un problema", dijo el defensa del Roma; "la culpa es del hilo, demasiado duro, con el que están hechas". Nesta, por el contrario, calificó de "excusas ridículas" las quejas de sus compañeros: "Totti habrá tenido problemas porque tendrá los pies más sensibles que los míos. Él es tan bueno que, cuando está bien, podría jugar incluso descalzo". Gattuso se expresó en la misma línea que Nesta: "No hacerme reír con esta historia de las medias. Los kenianos corren cientos de kilómetros con los pies descalzos".

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