Esther Koplowitz denuncia la hostilidad de Acciona en FCC

La soterrada batalla por el control de FCC se recrudece. Esther Koplowitz, principal accionista del segundo grupo español de construcción y servicios, criticó ayer a la familia Entrecanales, propietaria de la constructora rival Acciona, por haber irrumpido de forma hostil en el capital de la compañía, y de no informarle personalmente de sus anunciados planes para una fusión entre ambas. Koplowitz negocia con un grupo de inversores, entre ellos Ibersuizas y la familia Peugeot, su posible entrada en FCC.

Las cartas están sobre la mesa. Koplowitz, una de las personas más ricas de España, ya ha dejado bien clara su opinión sobre la entrada en FCC de los Entrecanales, que han comprado en el último año un 14% de la compañía a través de dos operaciones que no fueron comunicadas previamente a la accionista mayoritaria (controla un 52%).

En un comunicado público, la empresaria refleja su malestar, aunque sin citar la palabra hostil, por las formas en que el grupo rival ha iniciado el asalto de FCC. "Una actuación que dista mucho de la habitual cortesía entre compañías del mismo sector, no facilita en modo alguno las buenas relaciones entre ambas y contrasta totalmente con lo asegurado a los medios en las últimas semanas".

Este periódico intentó recoger sin éxito una respuesta de Acciona. Estaba previsto que la compañía enviara anoche a la CNMV un comunicado aclarando sus contactos con FCC.

La constructora de los Entrecanales admitió en su última junta de accionistas, celebrada en abril pasado, que iba a por todas en FCC. El entonces presidente del grupo, José María Entrecanales -ahora ha sido relevado por su hijo José Manuel-, reconoció por primera vez que buscaba una fusión con su rival y que había mantenido "conversaciones" con accionistas de FCC para "llegar a una entente". "A nadie le gusta que le entren por la puerta trasera", dijo.

Pero las críticas lanzadas ayer por la empresaria contra la forma de actuar de los Entrecanales aleja aún más la posibilidad de un acuerdo amistoso entre ambas partes. Koplowitz es tajante: "No he recibido ninguna llamada de la familia Entrecanales". Y expresa su extrañeza ante las recientes declaraciones -no oficiales- atribuidas a los representantes de la familia Entrecanales en los medios de comunicación referidas a la imposibilidad de hablar con ella.

Cualquier intento de fusión con FCC tiene que contar, en principio, con el visto bueno de la empresaria, que controla de forma indirecta un 52% de la compañía a través de B-1998. En esta sociedad posee el 51% del capital; el resto está en manos del grupo francés de aguas Veolia, que desde hace meses quiere vender su parte. De forma indirecta, Veolia posee un 25,7% de FCC, capital valorado en el mercado en más de 1.000 millones.

Para hacer posible su salida, Koplowitz negocia con un grupo de inversores financieros, entre los que se encuentran Ibersuizas y la familia francesa Peugeot, la posibilidad de tomar una participación en el capital social de la constructora. Fuentes cercanas a la empresaria negaron ayer que se hayan mantenido contactos con El Corte Inglés y el financiero estadounidense George Soros, como se ha especulado en algunos medios.

En principio, la única posibilidad de Acciona sería buscar la forma legal de liberar a Veolia del pacto accionarial que mantiene con Koplowitz en la sociedad B-1998, que da prioridad de compra a la empresaria en caso de que su socio quiera vender.

La batalla por el control de FCC será escenificada, por primera vez, en la junta de accionistas de la compañía, prevista el 23 de junio. Todo indica que Acciona aprovechará esta cita para pedir al menos dos representantes en el consejo de la constructora, con lo que podría participar en la gestión.