"La construcción de la UE aparece como un asunto de las élites"
Krzysztof Pomian es un polaco que se ha interesado por Europa y sus naciones desde hace muchos años, un experto en Historia del Arte, un sabio adoptado por las instituciones académicas francesas y el hombre en el que Bruselas ha confiado para que desempeñe la dirección científica del futuro -primavera del 2007- museo de Europa.
Pregunta. Estos días hemos asistido a un fenómeno inquietante: cuanto más se hablaba de Europa, más crecían las expectativas de la abstención.
Respuesta. Hay cuatro factores que explican ese desapego por la consulta electoral. La construcción de la UE aparece como un asunto que sólo concierne a las élites, a unas élites que se aprovechan del proceso, que son las únicas que conocen sus arcanos y tienen capacidad de influencia. Hoy el europeísmo aparece como una causa de ciudadanos instruidos y ricos y eso explica la abstención y el auge del populismo. El segundo factor lo encontramos en las clases políticas nacionales. Acabo de pasar tres meses en Polonia y sus dirigentes, como los franceses, no hacen trabajo de pedagogía política europea sino lo contrario: culpan de todo lo negativo a Bruselas.
P. El ciudadano tiene la sensación de no controlar nada de lo que decide la Comisión o el Parlamento Europeo.
R. Es el tercer factor: 9 de cada 10 electores desconocen las reglas de la construcción de la UE. Son complejas, pero no hace falta ser un experto para comprenderlas. Bastaría con explicarlas con claridad, con que los medios de comunicación hiciesen su trabajo. Un cuarto factor lo proporciona la experiencia electoral en EE UU. Allí las elecciones locales comportan una gran participación. El entusiasmo es menor cuando la consulta afecta al Estado y disminuye más en el escalón federal. En Europa, a menudo, hay cuatro niveles: municipal, regional, estatal y europeo. Todo aparece lejano y la gente prefiere pasar el fin de semana en la playa.
