El sonido del cajón

Antonio Carmona, el solista de Ketama, toca desde hace años un cajón que fabrica con el mayor de los esmeros la empresa onubense denominada Pepote Percusión. Los cajones que hace José Hernández, de 27 años, conocido en el mundo empresarial con el mismo nombre que lleva su empresa, se exportan a estudios de grabación de Suiza, Alemania e Inglaterra. También los demandan músicos como Paquito Sanlúcar y Rubén Danza, el percusionista de Paco de Lucía. José Hernández, además de contar con el reconocimiento de gran parte del mundo del flamenco, acaba de recibir el Primer Premio de Jóvenes Empresarios, que concede cada año la Federación Onubense de Empresarios (FOE).

"La idea de crear esta empresa surgió cuando yo tenía 14 años. Vi a Paco de Lucía tocar un cajón durante un concierto. Los cajones venían de Perú, ese es su origen, en contra de lo que creen algunos, y creo que fue Paco de Lucía el primero que los introdujo en España. Mis padres eran aficionados a trabajar con la madera, yo los veía desde muy chico y decidí entonces fabricar un cajón, inventándomelo, para llevarlo ese año al Rocío", explica José Hernández.

Un cajón "exclusivo" elaborado con maderas nobles puede llegar a costar 1.803 euros, uno para niños se vende a 50 euros

Así empezó la carrera hacia el éxito empresarial de este joven emprendedor. "Hice dos cajones. Yo me quedé con uno y el otro se lo vendí a un amigo por unas 5.000 pesetas de entonces". Tenía, pues, José Hernández una precoz y decidida visión de la innovación y del negocio. Tiempo después acudió con uno de sus cajones a una tienda de la capital onubense especializada en instrumentos músicales. "Les gustó. Pero me dijeron que para poder comprarme los cajones tenía que ponerles una marca. Yo me inventé entonces lo de Pepote Percusión. Porque me han llamado Pepote desde niño y la percusión es mi obsesión. Yo vivo pensando permanentemente en el buen sonido que puede salir de la madera", afirma.

El mayor éxito le llegó con el reconocimiento de Antonio Carmona. "Ketama ofreció un concierto en Huelva coincidiendo con la celebración de las Fiestas Colombinas. Yo me presenté en el hotel para mostrarles mi cajón. No tenía yo otro ánimo que el de escuchar sus críticas, ver si les gustaba o no el cajón. Pero Antonio Carmona se mostró entusiasmado. Yo le regalé aquel cajón, aunque después me ha comprado alguno más". Ahora, José Hernández está fabricando otro cajón para Ketama, hecho a la medida, con maderas nobles: lo que él llama modelos exclusivos. Ese tipo de cajones tiene un importe de unos 1.803 euros. Aunque se pueden conseguir otros a un coste menor: a partir de 75 euros. Y los hay especialmente concebidos para niños (por unos 50 euros) que son de dos modalidades: para críos de entre 3 a 5 años y de 5 a 8.

Las épocas de mayor venta de cajones son los días próximos a la romería de El Rocío, pero, sobre todo, la Navidad. José Hernández ha trabajado hasta ahora solo o con la ayuda de una o dos personas. Pero en este momento pretende dar un mayor vuelo a su empresa. Tiene previsto contratar a tres personas y ha adquirido una nave en la zona conocida como La Dehesa, en el término de Aljaraque. Actualmente fabrica unos 40 cajones al mes, pero quiere llegar a un mínimo de 80. Ha firmado un contrato con la empresa Ticó Música, de Barcelona, para venderle parte de su producción. "Me gusta la seriedad, que me hagan efectivo el importe del producto en el momento de recibirlo", subraya.

"En principio no quiero meterme en muchos líos, prefiero ir despacio, como hasta ahora, haciendo bien las cosas. La clave estriba en la calidad, en que el percusionista esté contento y piense que está tocando el mejor cajón del mundo" dice. Y añade: "La gente puede pensar que la fabricación de un cajón consiste en colocar cuatro tablas. Nada de eso. Influye la colocación de los tornillos, el ensamble, la calidad de la madera. Porque la madera afecta muchísimo al sonido: si lo quieres más armónico, menos armónico, más agudo, menos grave... Muchas cosas. Además hay cajones concebidos para actuar en directo al aire libre o en estudios de grabación", indica.

José Hernández mira ahora con ambición hacia el futuro. Muchísimos músicos le han felicitado cuando se han enterado del premio que acaba de recibir de la patronal onubense.