Vacaciones de verano, ¡acabó el colegio!

Como todos los años, llegado el periodo estival, muchas son las familias que se encuentran con un grave problema: ¿qué hacemos con los hijos mientras vamos a trabajar?

Finalizado el curso escolar, con un montón de horas de ocio por delante, aparecen los niños en casa. En el colegio ya han hecho todo lo que tenían que hacer. (No caigamos en el error de cargar a los profesores con la tarea de continuar sus enseñanzas, también en verano, cuando llevan tras sus espaldas un duro año escolar).

Aparecen entonces una serie de organismos o empresas (con ánimo de lucro) que ofrecen a los padres una serie de actividades, lúdicas, o no, para los niños en este periodo. Y esto se convierte en un abuso, aprovechándose de la necesidad de los padres, de "hacer algo", sobre todo productivo y beneficioso con los hijos.

¿Por qué no se hacen cargo de esta realidad social, que afecta a un gran número de familias, el Ayuntamiento y la Comunidad Autónoma de Madrid?

En principio sí hacen algo: ofertan unas plazas muy limitadas para campamentos, escuelas urbanas o aulas abiertas. Tras largas colas de espera (a veces, toda la noche), algunas familias logran apuntar a sus hijos, quedando grandes listas en espera, que nunca serán llamadas. Colegios cerrados, instalaciones sin utilizar y muchos niños en casa, solos, o bien atendidos, haciendo los padres un gran esfuerzo económico.

¿No es tan importante la educación para todos, o se limita más bien a un sector con alto poder adquisitivo? ¿Dónde está el presupuesto para Educación? ¿Es que se utiliza sólo como campaña electoral?

Me gustaría que a quien corresponda tuviera presente la realidad social de hoy día e hiciera lo posible por mejorar el bienestar de grandes y pequeños.