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Narbona reitera a García Antón y Blasco que el trasvase no se sustituirá sólo por desaladoras

Los consejeros valencianos se muestran "decepcionados" tras su visita a la ministra

Los consejeros valencianos de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón, y de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco, se mostraron ayer "decepcionados" tras reunirse en Madrid con la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, a la que pidieron que no derogue el trasvase del Ebro contemplado en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) o, si así sucede, que el Gobierno ofrezca "alternativas definitivas". García Antón y Blasco criticaron la alternativa de la desalación. La ministra reiteró que el trasvase no se sustituirá solo por las desaladoras.

Narbona critica el "esfuerzo" del PP por "desacreditar la desalación"

La ministra Cristina Narbona recibió a los dos consejeros de la Generalitat dentro de la ronda de entrevistas que está manteniendo con los responsables de Medio Ambiente de las comunidades autónomas, que comenzó la semana pasada. Blasco y García Antón le pidieron que no derogue por decreto el trasvase del Ebro previsto en el PHN o, si así sucede, que el Gobierno ofrezca "alternativas definitivas". Tras la reunión, García Antón declaró que los valencianos "no pueden consentir" que a través de un decreto se paralice el trasvase, y añadió que se sienten "perjudicados" exclusivamente con una derogación que no afecta a otras comunidades autónomas, ya que el Pacto del Agua se mantiene. El consejero adelantó que si el Gobierno continúa con el decreto, la Comunidad Valenciana tiene preparada una serie de baterías para presentar un recurso jurídico "importante". "Seguiremos con medidas políticas y sociales porque la derogación nos perjudica enormemente. Nos parece caprichosa", puntualizó.

Por su parte, Rafael Blasco dijo que la derogación del trasvase no está justificada políticamente ni responde a las razones de urgencia por las que una medida de estas características pueda estar justificada. No obstante, admitió que la Generalitat está dispuesta a replantear alguna circunstancia, sobre todo si existen otras opciones. Blasco añadió que, tras la reunión con Narbona, sienten "impotencia" al no poder resolver la falta de agua de la Comunidad Valenciana y a la vista de lo que consideran una posición "enquistada y enrocada y sin justificación" del ministerio.

Los consejeros valencianos explicaron a Narbona que la Comunidad Valenciana presenta un déficit hídrico que sólo puede ser paliado con aportes externos, que eviten el abandono de cultivos y el colapso de la industria agroalimentaria por falta de agua y que también garanticen el normal funcionamiento de industrias, así como el suministro a todas las poblaciones. Y consideraron que la opción de construir desaladoras es "un atentado" contra el litoral valenciano, ya que consumen más energía, tienen un impacto injustificado en la ordenación del territorio y tendrán consecuencias nefastas sobre las aguas, que a su vez ponen en peligro de extinción a numerosas especies.

El Ministerio de Medio Ambiente no facilitó información oficial de la entrevista. Fuentes ministeriales explicaron que la agenda de Cristina Narbona de los últimos días está repleta de entrevistas con consejeros de Medio Ambiente de las tantas comunidades autónomas, a razón de tres diarias, y que no es cuestión de hacer declaraciones "todos los días de lo mismo".

No obstante, la ministra sí que hablado del asunto en los últimos días. Así, el pasado miércoles aprovechó el acto de toma de posesión de los presidentes de las Confederaciones Hidrográficas del Ebro, Norte y Guadiana, para denunciar que por parte de dirigentes del PP hay "un esfuerzo desmedido por desacreditar la desalación" y "una oleada de intoxicación" en relación con la contaminación por salmuera que generan estas plantas de tratamiento de aguas. Según la ministra, el PP, en plena campaña electoral, está intoxicando a la opinión pública al hablar de la contaminación de las desaladoras.

Tras señalar que la alternativa del Gobierno al trasvase prevé desalar unos 600 hectómetros cúbicos anuales, destacó que actualmente las tecnologías dan respuestas técnicas y reducen los vertidos al mar de salmuera. En cuanto a la construcción de nuevas desaladoras, la ministra avanzó que el Gobierno dará prioridad a las que usen energías renovables y se exigirá una reducción al mínimo de vertidos de salmuera el mar, entre otras exigencias medioambientales. Afirmó que la desalación es "una solución más", recordó que la salmuera es sólo sal concentrada y no un residuo peligroso y aseguró que la alternativa del PSOE al PHN "no cambia el trasvase exclusivamente por desalación".

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