_
_
_
_
Crítica:ESTRENO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Asombrosa niña

El filme neozelandés Whale rider tiene algo de ficción limítrofe con el documento antropológico. Es, escrito en lenguaje de este tiempo, un relato ancestral que rescata una remota raíz identificadora del pueblo maorí que sobrevive a la deriva en territorios de Nueva Zelanda.

Esta raíz es la leyenda de la ballena madre, especie de leviatán mesiánico que un día volverá a salir de las sombras del océano conducido por un guía salvador del pueblo maorí. Ahora, en estos días, un profeta maorí, vigilante del destino de su pueblo, cree que la llegada del salvador es inminente y que éste será el nieto que espera. Pero ese nieto nace y es una niña, lo que echa por tierra el andamio mitológico del abuelo, que rechaza violentamente que una mujer pueda ser la gran conductora. Pero la niña crece y lo hace con tanta luz, que las viejas piedras que sostienen las tradiciones maoríes se tambalean e incluso se invierten ante el sacrílego advenimiento de una mujer mesías.

WHALE RIDER

Dirección: Niki Caro. Intérpretes: Keisha Castle Hughes, Rawiri Paretene, Vicky Haugthon, Cliff Curtis y Grant Rosa. Género: drama. Alemania / Nueva Zelanda. Duración: 101 minutos.

Más información
El cuento de una actriz maorí en Hollywood

La fuerza metafórica del filme es evidente, casi obvia. Describe muy bien la vida cotidiana de una pequeña comunidad maorí y despliega algunos dibujos de personajes muy vivos, sobre todo las mujeres, entre ellas el dúo abuela-nieta, del que despega la hermosa niña protagonista, Keisha Castle-Hughes, que hace un trabajo de maravillosa claridad y que le valió ser candidata al oscar. Hay espontaneidad de niña en ella, pero hay también dotes de actriz concienzuda. Logra algunos momentos interpretativos inolvidables, como su discurso en la escuela sobre su despreciativo abuelo. Pero hay más: el encuentro de la niña con la ballena varada y muchos pequeños toques de gran delicadeza y calidades expresivas en los que se ve la mano de la dirección de Niki Caro, que construye una película elegante y de imagen limpia y transparente, en la que flotan metáforas universales arrancadas sin forzar de un mundo de extrema pequeñez, el de los hombres y mujeres maoríes, nuestros lejanos antípodas, que muestran un espíritu que les hace gente cercana, nuestra, de aquí al lado.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_