Alaui mandó poner bombas, según ex agentes de la CIA
Ayad Alaui, ahora designado primer ministro de Irak, dirigía una organización en el exilio que se dedicaba, bajo la supervisión de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EE UU), a infiltrar agentes en Bagdad para colocar bombas y realizar acciones de sabotaje en las instalaciones gubernamentales, al principio de la década de los noventa, según afirman varios antiguos espías.
El grupo de Alaui, el Acuerdo Nacional Iraquí, utilizó coches bomba y otros artefactos explosivos que introdujo clandestinamente en Bagdad desde el norte de Irak, añaden. La efectividad y la evaluación de la campaña de bombas difiere entre unos agentes y otros, pero todos sostienen que nunca llegó a amenazar el Gobierno de Sadam Husein.
No existe información pública de la campaña y los agentes sostienen que la información recopilada por ellos fue en muchos casos sucinta e incluso contradictoria. No pueden ni siquiera decir con exactitud cuándo sucedió, aunque las entrevistas dejan claro que fue entre 1992 y 1995.
El Gobierno iraquí dijo entonces que las bombas, incluida una que explotó en un cine, causaron muchas bajas civiles. Pero debido a que entonces EE UU no tenía una buena red de espionaje dentro de Irak, no se ha podido confirmar, según un ex agente de la CIA, si finalmente las explosiones causaron la muerte de algún civil.
Bomba en un autobús
Robert Baer, un ex funcionario de la CIA que estaba destacado en la región, recuerda que en aquella época una bomba "hizo saltar por los aires un autobús escolar y varios escolares resultaron muertos". Baer, crítico con la guerra de Irak, sostiene que no recuerda qué grupo de la resistencia colocó la bomba.
Otros antiguos agentes de espionaje afirman que la organización de Alaui era el único grupo de la resistencia envuelto en esos tiempos en acciones de sabojate y explosiones. Pero otro ex espía sostiene que "las bombas explotaban sin grandes consecuencias". "No recuerdo ninguna con muchas muertes", sostiene.
Cuando Alaui fue seleccionado la semana pasada como primer ministro interino, dijo que su prioridad será mejorar la situación de seguridad por medio de parar las bombas y otros ataques de la insurgencia iraquí, una idea que antiguos agentes conocedores de su pasado tacharon de "irónica".
"Envía a un ladrón a cazar a un ladrón", dijo Kenneth Pollack, que fue un analista militar de Irán-Irak para la CIA al principio de la década de los noventa y recuerda la campaña de sabotajes.
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