Protesta contra el nuevo modelo de guarderías municipales

La calidad de las guarderías municipales de Barcelona se resiente a causa del nuevo modelo educativo que quiere implantar el Ayuntamiento. Ésta es la tesis de un centenar de maestros que trabajan con niños de hasta tres años. Según este colectivo, el consistorio ha reducido el coste de las plazas y ha recortado el número de educadores asignados por clase. Por este motivo, éstos han presentado una reclamación administrativa para pedir la retirada del nuevo modelo, que ya se ha instaurado en 11 nuevas guarderías y que próximamente se extenderá a los 38 centros municipales restantes. "La educación de los más pequeños no puede decidirse según criterios economicistas", explicó ayer Glòrica Colet, portavoz del colectivo.

En el Ayuntamiento de Barcelona, en cambio, no están de acuerdo. Marina Subirats, regidora de Educación, recordó ayer que cada plaza municipal cuesta 6.000 euros anuales a las administraciones, lo que significa que "no hay intención alguna de disminuir la calidad". Según otras fuentes municipales, "el conflicto es en realidad laboral, porque con el nuevo sistema los educadores deben hacer jornada partida, y con el anterior modelo ésta era intensiva".