La Generalitat minimiza los daños por el vertido de fuel en el río Fluvià

"Esto no es Galicia". El consejero de Medio Ambiente, Salvador Milà, lanzó ayer este aviso ante las aguas del Fluvià para aclarar que las tareas de limpieza del río no precisan, de momento, la colaboración de voluntarios. Diversas administraciones han recibido llamadas, a causa del efecto mimético del vertido del Prestige, de personas dispuestas a sacar chapapote. Milà, que minimizó los efectos ecológicos del vertido, dijo que si más adelante se hace necesaria la limpieza manual de las orillas, "con gusto se agradecerá la colaboración de voluntarios".

El equipo de limpieza, formado por agentes rurales, bomberos y personal especializado, calcula que se han extraído dos terceras partes de los 25.000 litros de fuel vertidos por la empresa papelera Confirel.Las previsiones indican que mañana podría darse por terminada la extracción de la película de fuel que flota sobre las aguas y se entraría en la limpieza de parajes más frondosos y de las orillas.

Salvador Milà emitió ayer un mensaje optimista desde la orilla del río Fluvià. "El buen caudal del río ha evitado que haya grandes afectaciones en la fauna y la vegetación", aseguró. Milà dijo también que no se ha observado una cantidad alarmante de fauna afectada por el vertido -ninguna nutria- y que todos los indicios conducen a pensar que el vertido "no será un desastre para la biodiversidad". Milà no quiso entrar en consideraciones sobre si su percepción entra en contradicción con la definición de "desastre ecológico" realizada el día anterior por el director de la Agencia Catalana del Agua, Jaume Solà. "Los adjetivos no hacen la cosa. No hay una escala de Richter [que se usa para medir la intensidad de un terremoto] sobre las contaminaciones de los ríos", advirtió. Milà avanzó que si se cree necesario se elaborará un plan para restaurar el río, de cuyas aguas se realizará un control analítico exhaustivo en los próximos meses.

Entre la cuarentena de personas que ayer limpiaban el río bajo un sol de justicia, en un bucólico paraje de Beuda, figuraba el operario encargado de manejar el Skinner, un artilugio que flota en la superficie mediante boyas y absorbe a través de una especie de embudo la película oleosa de la superficie. El aparato ha sido contratado por Medio Ambiente a la empresa Tarraco-Ecològic, que tiene experiencia en la recogida de vertidos en el puerto de Tarragona. "Funciona de maravilla", explicó el operario.

Medio Ambiente realiza análisis cada hora de las aguas del río, tanto en la zona del vertido como en los tramos inferiores. Sólo algunas granjas tienen captaciones directas del río y, según explicó ayer el consejero Milà, ya han sido avisadas. De momento, no se ha detectado ningún rastro de combustible aguas abajo de la barrera situada en la central hidroeléctrica de Serinyà, ya en el Pla de l'Estany.

El juzgado de Olot continua con la instrucción de la denuncia del vertido y ha empezado tomando declaración a técnicos y responsables de la empresa. Confirel sostiene que el vertido fue accidental y que la empresa actuó con diligencia. Medio Ambiente insistió ayer en que es evidente que la empresa tiene responsabilidad y que los seguros que tiene contratados contribuirán a pagar los daños y las operaciones de limpieza.