Los buzos recuperan un cadáver del interior del pesquero 'O Bahía'

"Fue muy fácil identificarlo. Estaba como dormido", declaró Fernando Saavedra, patrón mayor de la cofradía de Pescadores de Redondela (Pontevedra), una de las primeras personas que vio el cuerpo. Los buceadores lograron ayer consolar a una de las cinco familias de los tripulantes del pesquero O Bahía desaparecidos en la Costa da Morte (A Coruña) tras recuperar del pecio uno de los cadáveres, el de Leopoldo Couto Álvarez, de 56 años.

El cuerpo de Couto se hallaba en la cocina del buque, hundido hace hoy una semana en aguas próximas a las islas Sisargas. Será el sexto marinero del O Bahía que reciba sepultura, a la espera de la búsqueda de los otros cuatro desaparecidos, cuyos cuerpos se presumen atrapados en los camarotes.

Lepoldo Couto, casado y con una hija, residía en Rande, en el municipio de Redondela. Era el tripulante de más edad del O Bahía y también el de más reciente incorporación. Llevaba algún tiempo dedicado al marisqueo en tierra, pero decidió regresar al mar porque, según confesó, ese trabajo le aburría. Su cuerpo fue hallado sobre la una y media de la tarde de ayer, en la primera inmersión del día del equipo de buceadores contratado por Salvamento Marítimo para inspeccionar el pecio, sumergido a unos 80 metros de profundidad.

En la cubierta de popa, la única parte del barco que no está cubierta por el aparejo de pesca que se desovilló durante el hundimiento, uno de los buceadores observó la puerta abierta de lo que parecía el comedor o la cocina. A la luz de su linterna, divisó un cuerpo en el interior. En una segunda inmersión, sobre las cuatro de la tarde, un compañero suyo logró atar un cabo guía a la cintura del cadáver. Lo aseguró a la jaula metálica que usan los escafandristas para sumergirse y ascendió con él a la superficie, un proceso de unas dos horas.

El cadáver fue trasladado en una lancha de la Guardia Civil al puerto de Corme, donde las familias de los desaparecidos, la mayoría con domicilio en Redondela, cumplían ayer su sexta jornada de espera. El patrón mayor Saavedra y el redero del O Bahía fueron los elegidos para identificar el cadáver, un trámite que se ahorró a los familiares para evitarles otro choque emocional tras tantos días de angustia en la Casa del Mar de Corme, a 150 kilómetros de sus hogares. La identificación del cadáver supuso una "conmoción momentánea" para la decena de parientes de Couto desplazados a la Costa da Morte, según relató el jefe del servicio de salud mental de la Xunta de Galicia, que les está asistiendo. Como todos los psicólogos que han hablado con ellos, Márquez subrayó que las familias, la mayoría con tradición marinera y experiencia de otras tragedias, están reaccionando "con la entereza y serenidad propias de los que han sufrido mucho".

El hallazgo del cadáver se produjo precisamente cuando los buceadores iban a emprender el intento de despejar la maraña de redes que cubre el barco y el fondo marino adyacente. Una labor de cirugía que los técnicos de Salvamento Marítimo reiteraron ayer que debe realizarse con extremo cuidado.