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Dirigentes históricos de Convergència cuestionan ante Pujol el liderazgo de Mas

La Fundación Barcelona aconseja al ex presidente que se desvincule de las tareas diarias de CDC

Dirigentes veteranos de Convergència Democràtica (CDC) agrupados en la Fundación Barcelona cuestionaron en un reciente almuerzo con Jordi Pujol el liderazgo de Artur Mas al frente de la formación nacionalista y recomendaron al ex presidente catalán que se desvincule paulatinamente de las tareas diarias del partido. Las críticas de la decena de personas presentes en el encuentro tuvieron como blanco al secretario general de CDC y en especial a su equipo de colaboradores y la línea del partido.

En el almuerzo, celebrado el pasado 26 de mayo a petición de Pujol, los miembros de la Fundación Barcelona también expresaron su temor respecto a que el congreso de julio arrincone al sector nacionalista moderado del partido y consagre las tesis más soberanistas, alejadas del catalanismo transversal que, a su juicio, inspiró la creación de CDC.

Convergència se encuentra inmersa en pleno proceso precongresual y Jordi Pujol no quiere dejar de estar presente en estos debates. En los últimos meses ha mantenido numerosas conversaciones con dirigentes y militantes para sondearles sobre la situación actual del partido, la estrategia que seguir para recuperar el Gobierno catalán y las relaciones de Convergència con sus socios de Unió, encaminadas hacia una posible fusión.

En este escenario se entiende la carta, de siete folios, que el líder nacionalista remitió a la militancia de CDC a finales de abril, en la que realiza un exhaustivo repaso a las bases doctrinales de la formación y apela a los militantes a recuperar la vía reivindicativa, sobre todo en torno al nuevo Estatut.

Carta a la militancia

Pujol quería conocer qué opinión le merecía esta carta a un sector del partido; en concreto, al nacionalista más moderado. Con este propósito convocó a la Fundación Barcelona a un almuerzo. A la cita acudieron la decena de personas que componen el consejo directivo de la fundación, formado mayoritariamente por históricos militantes de Convergència, aunque tres de ellos carecen de adscripción política.

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Entre los asistentes figuraban el ex consejero de Presidencia Joaquim Triadú; la ex consejera de Gobernación Maria Eugènia Cuenca; el ex secretario del Gobierno catalán Josep Maria Vía; el alcalde de Sant Cugat, Lluís Recoder; el ex director general de la Corporación Catalana de Radio y Televisión Miquel Puig, y el concejal del Ayuntamiento de Barcelona Joan Puigdollers. Cuenca, Triadú y Puigdollers son miembros de la ejecutiva.

En el almuerzo, Pujol transmitió a los presentes su opinión sobre el futuro de Convergència y su apuesta por continuar auspiciando un catalanismo transversal, integrador y no rupturista, y siempre que las condiciones lo favoreciesen, por intentar colaborar en la gobernabilidad del Estado.Los asistentes coincidieron en el análisis que expuso Pujol, pero expresaron sus dudas sobre la idoneidad de Artur Mas para liderar firmemente un proyecto de estas características, sin menospreciar, eso sí, sus cualidades organizativas y su empeño en sacar el partido adelante en un momento políticamente novedoso. CDC se encuentra en la oposición en Cataluña y con escasa capacidad de maniobra en Madrid.

Los miembros de la Fundación Barcelona extendieron sus críticas al equipo del que se ha rodeado Mas y al rumbo que éste ha imprimido al partido, alejado, a su juicio, de una concepción "transversal" del catalanismo. La falta de un liderazgo político claro, opinaron estos dirigentes durante el almuerzo, no sólo afecta a Convergència, sino que es común a otros partidos catalanes y al propio Gobierno de la Generalitat.

Los dirigentes de CDC recomendaron al ex presidente catalán que se aparte de forma gradual de las tareas diarias del partido, para no verse envuelto en las polémicas previas al congreso de julio, y que se dedique a "trabajar por Cataluña". Uno de los asistentes le reprochó el envío de la mencionada carta a los militantes.

La Fundación Barcelona fue creada por militantes veteranos de Convergència Democràtica con el objetivo de fomentar un debate sobre el futuro del catalanismo. Siempre ha adoptado unas posiciones moderadas, aunque ha eludido enfrentarse abiertamente con los sectores más soberanistas del partido. Aunque mayoritariamente sus miembros militan en CDC, al menos el 30% de ellos no son de adscripción política convergente. La fundación ha mantenido con anterioridad encuentros similares con Pasqual Maragall y Josep Piqué, entre otros.

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