La peor tragedia para la pesca gallega en 13 años

La Costa da Morte recuperó su fama negra durante el desastre del Prestige, que no se cobró víctimas mortales. Pero en los últimos años, esta zona del litoral coruñés, una de las más peligrosas de Europa para la navegación, había vivido una cierta tregua en la habitual sucesión de los naufragios que cada año diezmaban sus pueblos. Al margen del habitual censo de víctimas de pequeñas barcas o de percebeiros, la última tragedia que sacudió esta comarca coruñesa fue en 2000, cuando un pesquero de Camariñas, el Panchito, se hundió con sus cinco tripulantes. Para encontrar precedentes al naufragio de ayer, hay que remontarse 13 años atrás.

Desde 1991 no se producía en Galicia un naufragio con tantas pérdidas humanas como el de ayer. Aquel fue el año más negro que se recuerda, con tres tragedias encadenadas en pocas semanas. Una de ellas ocurrió muy cerca de donde se hundió el O Bahía. El pesquero Os Tonechos, con base en Malpica, se fue a pique y murieron sus nueve tripulantes. Sólo cinco días después, el Laxana, del puerto de Muros, embestía contra las peñas al pie del santuario de la Virgen de la Barca, en Muxía. Cinco marineros perdieron la vida. Semanas atrás había desaparecido sin dejar rastro el pesquero de A Coruña Hermanos Dies Colomé, con 12 tripulantes, de los que nunca se volvió a saber. En los 13 años transcurridos desde entonces, han muerto casi 200 marineros gallegos, muchos de ellos en aguas de otros países, como Portugal o los caladeros del Gran Sol.

Entre tanta tragedia, a los marinos sólo les queda el consuelo de su proverbial solidaridad. Medio centenar de barcos gallegos que se encontraban en el Cantábrico en la campaña de la anchoa han puesto rumbo a Galicia para asistir a las exequias por sus compañeros.