Zapatero y Blair constatan sus diferencias sobre Irak y evitan hablar de Gibraltar

La primera entrevista entre José Luis Rodríguez Zapatero y Tony Blair, celebrada ayer en Londres con el objetivo, según el presidente español, de "establecer una relación profunda y amistosa", se saldó con la constatación de sus conocidas "diferencias" sobre Irak y la superación del último incidente registrado en torno a Gibraltar. Pero no hablaron del fondo de este contencioso, porque "había demasiadas cosas", según Zapatero. La Constitución europea, la lucha antiterrorista y Oriente Próximo marcaron puntos de encuentro, según Blair.

Los acuerdos debieron ser, sin embargo, más bien generales y de enfoque que concretos. Al menos, los dos líderes evitaron cualquier tipo de concreción cuando respondieron a la prensa, tras conversar durante algo más de hora y cuarto. Estuvieron completamente solos algo más de quince minutos.

Su reserva, si es eso lo que hubo, resultaba comprensible en relación con algún tema espinoso, como la noticia publicada ayer por Financial Times de que Londres promueve la candidatura de Javier Solana para presidente de la Comisión Europea y que el primer ministro británico quiere que Zapatero le apoye en ese empeño.

Hubiera podido ser un buen punto de encuentro, pero el caso es que estas negociaciones -si de verdad Blair, que no puede tener candidato británico porque su país no está en el euro, prefiere el atlantismo europeísta de Solana a la matriz federalista de otros candidatos- tienen que llevarse con reserva, y no está previsto que concluyan hasta el próximo 18 de junio. Para Zapatero, en cambio, la elección de Solana como presidente de la Comisión implicaría el cese de Joaquín Almunia como comisario, y eso sería un problema, ya que se le prometió que seguirá en la nueva Comisión que se nombre en octubre.

Discusión en privado

Con esos antecedentes, no es extraño que Blair se limitara a proclamar su escasa fe en los periódicos. "Todo eso se discutirá en privado y no tengo nada más que añadir", dijo luego. Zapatero se parapetó en la ironía. "Llevo 45 días de presidente y tengo ya registrados más candidatos [a presidente de la Comisión] que países . Hay una cierta inflación de nombres, y todavía es pronto. La tarea exige moderación y más esfuerzos. Es lo sensato".

Pero tampoco fueron precisas sus respuestas cuando se les pidieron puntos de consenso sobre la resolución acerca de Irak que se negocia en el Consejo de Seguridad de la ONU o se le preguntó a Zapatero si plantea la exigencia de que los iraquíes asuman el control de las operaciones militares. Blair aseguró que "está fuera de toda duda" que la transferencia de soberanía a los iraquíes, el próximo 30 de junio, ha de ser "plena e indivisible", pero reconoció que "quedan detalles" por negociar sobre el acuerdo. Zapatero reiteró que la posición española es "favorable y constructiva", que quiere que "cuanto antes" se retiren las tropas y se celebren elecciones sin merma de la integridad territorial, pero se mostró comprensivo con "las dificultades" que subsisten.

En cuanto a la Constitución europea o a Oriente Próximo, ambos formularon buenos deseos. El presidente español se declaró satisfecho con las explicaciones de Londres sobre los dos marinos británicos detenidos en Málaga cuando transportaban material militar a Gibraltar, y dijo no dar "la menor importancia al incidente". Por otra parte, quitó hierro a las diferencias sobre Irak. "Son sólo diferencias sobre un país. Afortunadamente, el mundo es mucho más grande", señaló, y agradeció a Blair "la actitud de profundo respeto democrático" que anunció la retirada de las tropas.

Blair salió con su mejor sonrisa, pero luego se le vio tenso, sobre todo cuando escuchaba la traducción de las respuestas de Zapatero. Alguno de sus colaboradores dijo que era por el esfuerzo, o quizás por el calor que hacía en el coqueto saloncito de Downing Street, la residencia oficial del primer ministro británico, donde se celebró la rueda de prensa.

Bromas

Llegaron a bromear. Cuando se le pidió su opinión sobre Zapatero, el británico comentó: "Sólo tengo una crítica, que es más joven y guapo que yo, pero eso se cura con el tiempo". El presidente del Gobierno respondió, en cambio, grave a la misma cuestión. "Blair tiene una gran experiencia de Gobierno y es un líder, sobre todo en el Nuevo Laborismo, que abrió la vía para una izquierda más creativa y moderna", dijo.

La visita a Londres ha sido un empeño claro del presidente del Gobierno para matizar el giro de la política europea que trazó con sus visitas previas a Berlín y París. De hecho, el viaje de Zapatero ha tenido que aplazarse por problemas de agenda del primer ministro británico.

Respondiendo a otra pregunta, el presidente del Gobierno confirmó plenamente lo dicho ayer por el ministro de Defensa, José Bono, en el sentido de que Zapatero propuso la medalla al mérito militar que luego rechazó el ministro. Y reconoció que fue un error. "Es verdad que ha habido una parte de la opinión pública que ha expresado sorpresa, y eso es algo a lo que hay que estar atento. Gobernar es también rectificar, y hemos rectificado", comentó.