El efecto de la Unión

La ampliación de la Unión Europea -25 países desde el pasado 1 de mayo- ha generado expectativas e ilusión, pero también incertidumbres. La entrada de 10 nuevos socios ha abierto nuevos mercados (la Unión Europea cuenta ahora con más de 450 millones de ciudadanos), pero también va a obligar a reequilibrar el gasto de la UE. Este reequilibrio afecta principalmente a las regiones menos ricas de los países más veteranos, toda vez que los nuevos integrantes (casi todos de la Europa del Este) tienen un nivel de desarrollo inferior y hay que repartir entre más la tarta de los fondos de la Unión.

Andalucía, una de las regiones más beneficiados por las ayudas de la UE, afronta este reto con ánimo y sin escepticismos. "Cada vez que la economía se ha abierto, en Andalucía hemos tenido procesos de crecimiento más intensos", afirma el secretario general de Economía de la Junta de Andalucía, Antonio Ávila.

En el actual marco financiero de la Unión (2000-2006), Andalucía va a recibir unos 12.000 millones de euros, de los que el 35% son gestionados directamente por la Junta de Andalucía y el resto por la Administración central. El dinero que gestiona la Junta, precisa Ávila, supone un tercio del total de inversiones que el Gobierno andaluz realiza anualmente y entre el 5% y el 6% del presupuesto autonómico.

Lo más probable es que en el próximo marco de apoyo comunitario (2007-2013), Andalucía siga como región Objetivo 1, aquéllas cuya renta por habitante no alcanza el 75% de media de la UE, lo que le permitirá continuar percibiendo una importante partida de fondos estructurales. La importancia de este instrumento financiero ha sido y es capital para el desarrollo autonómico. De hecho, los estudios realizados indican que los fondos europeos aportan cada año un punto del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) andaluz. Es decir, que si la economía andaluza creció el año pasado un 2,6%, un punto se debe a los fondos europeos. "Además supone la creación o el mantenimiento de entre 30.000 o 35.000 empleos al año", añade Ávila.

Lo cierto es que la entrada de España en la Unión Europea, en 1986, ha permitido que Andalucía haya recortado distancias con otra regiones, aunque de forma lenta. Hace 18 años, la renta per cápita de Andalucía ascendía al 56% de la media de la Unión. Hoy en día, con la Europa de los 25, la renta per cápita de Andalucía se sitúa en el 69% de la media de la UE. En la Europa de los 15, este indicador se situaba en el 63%. Esta diferencia de seis puntos obedece, explica Ávila, al "efecto estadístico", ya que los nuevos países son más pobres.

Este recorte de las distancias se ha producido, pese a que en los años del Gobierno del PP no han llegado a la comunidad todos los fondos que, a juicio de la Junta, deberían haber destinados a Andalucía. Antonio Ávila lo ilustra con un dato: entre 1995 y 2000, España recibió de la Unión Europea una media de 159 euros por habitante, mientras que en Andalucía esta cantidad se redujo a 110 euros.

Pese a que los países más ricos de la Unión quieren que los fondos regionales se destinen, principalmente, a los nuevos socios, el Ejecutivo autonómico no ve con ningún recelo la ampliación. "Se abren nuevos mercados y hay que aprovechar la oportunidad", comenta Antonio Ávila, quien cita tres ámbitos en los que Andalucía puede hacer negocio con los nuevos países: servicios industriales de carácter medioambiental; productos agroalimentarios y turismo.

La Junta siempre ha presumido de la buena gestión que viene haciendo de los fondos europeos, algo reconocido por la Comisión Europea. De hecho, recuerda el secretario general de Economía, delegaciones de los nuevos socios (como Polonia, República Checa o Hungría) han visitado Andalucía para conocer de primera mano "cómo se emplean los fondos" en la comunidad.

Esta buena gestión se ha reflejado últimamente con el envío de 345 millones de euros a Andalucía por la buena ejecución de las ayudas entregadas (conocido como reserva de eficacia). El destino de los fondos europeos es variopinto, aunque las inversiones en infraestructuras se llevan la palma de los fondos estructurales (la A-92, la carretera Jerez-Los Barrios), aunque también para proyectos como el Campus de la Salud de Granada, el parque tecnológico de Málaga o el parque aeronáutico de Sevilla.