La ley ya permite que las gasolineras vuelvan a vender bebidas alcohólicas

Casi dos años después de la implantación de la ley antibotellón de Alberto Ruiz-Gallardón, las gasolineras pueden volver a vender bebidas alcohólicas. La modificación de la ley impulsada por Esperanza Aguirre y aprobada por la Asamblea, les permite vender, desde el pasado martes, cerveza, vino, cava y sidra hasta las 22.00. Los dueños de estos establecimientos aplauden la medida, mientras que los empresarios licoreros se declaran en contra.

Las 550 gasolineras de la Comunidad de Madrid han perdido más de 35 millones de euros desde que en julio de 2002 entró en vigor la Ley de Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos (ley antibotellón), según las cuentas de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Madrid. La ley, impulsada por el anterior presidente del Gobierno regional, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, prohibió la venta de alcohol en estos establecimientos.

Pero el martes, se publicó en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid la modificación de esta norma, promovida por la actual presidenta autonómica, Esperanza Aguirre, también del PP. Así, desde el martes, las gasolineras pueden expender hasta las 22.00 bebidas alcohólicas de menos de 20 grados; esto es, cerveza, vino, cava y sidra. "Esto nos permitirá recuperarnos de las pérdidas, ya que la venta de otro tipo de licores, como el whisky, era muy esporádica", asegura Alejandro Moratilla, vicepresidente de la asociación de empresarios de gasolineras.

La venta de bebidas alcohólicas representa entre el 15% y el 20% de las ganancias en este sector. Cada gasolinera, según las cifras de la asociación, ingresará alrededor de 2.800 euros más al mes a partir de ahora.

Algunas estaciones de servicio ya tienen, desde el pasado martes, estos productos a disposición de sus clientes. Otras, sin embargo, se retrasaron a la espera de que les llegase el suministro. "Se ha notado mucho en la venta; parece que mucha gente lo estaba deseando", comentaba ayer la dependienta de una gasolinera de la calle de Alcalá.

Retroceso

Por contra, la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) -que agrupa a los principales productores y distribuidores de productos alcohólicos- está en contra de la medida impulsada por el actual Gobierno. "Este cambio supone un retroceso en la salvaguarda de un colectivo de riesgo como son los conductores", argumenta José Ramón Fernández, director ejecutivo de FEBE. La federación, asegura, "apuesta por el consumo de alcohol responsable, en general, y por el consumo cero en los conductores".

Se quejan, asimismo, de que la ley antibotellón necesita ser revisada en otros puntos, como la publicidad. "Estamos haciendo un gran esfuerzo en el autocontrol de la publicidad y, por eso, solicitamos que se establezcan parámetros objetivos y proporcionados al respecto", se queja Fernández.

"Nosotros estuvimos siempre en contra de esta ley porque no soluciona el problema de consumo de alcohol en los jóvenes, como se ha demostrado", afirma Eduardo Sánchez Gatell, diputado del PSOE en la Asamblea madrileña. "Esta modificación, que nos parece bien, sólo viene a confirmar la improvisación con que se hizo ésta, que perseguía únicamente fines propagandísticos".

"Aguirre se ha dado más prisa en cambiar los aspectos de la ley que afectan a la economía, que los que afectan a la sociedad", según el diputado Jorge García Castaño, de IU. "El botellón sigue existiendo; la ley no ha servido para nada, sólo para mantener ocupada durante los fines de semana a un buen número de policías", añade este parlamentario.