_
_
_
_

El Califa de Colonia se escurre de la justicia alemana

El clérigo musulmán integrista Metin Kaplan juega al gato y el ratón con la policía de Alemania, que quiere expulsarle a Turquía

El extremista islámico de 51 años Metin Kaplan, que se autodenomina Califa de Colonia, juega al gato y al ratón con la policía y la justicia en Alemania. Tras presentarse ayer en el último minuto ante la policía de extranjeros de Colonia, Kaplan ha cumplido con las condiciones de las autoridades y se ha asegurado un permiso de tolerancia para seguir en Alemania, en espera de la decisión judicial definitiva sobre su extradición a Turquía, donde se le imputa un delito de alta traición. Un tribunal alemán de Münster autorizó la semana pasada la extradición de Kaplan a Turquía, pero le concedió un plazo para recurrir contra la decisión ante el Tribunal Administrativo Federal, en Leipzig. Otro tribunal de Colonia admitió el recurso y no se prevé que antes de fin de año se tome una decisión definitiva sobre Kaplan.

El periódico Bild Zeitung informaba ayer de que Kaplan no sólo hace befa y escarnio desde hace años de la policía y la justicia, aprovechando todos los vericuetos legales del Estado de Derecho, sino que también "desplumó en 150.000 euros a la asistencia social" alemana. Como asilado político, Kaplan recibió durante años asistencia social por ese importe. Esto no impidió que en 1999, durante uno de los múltiples lances con las autoridades, la policía encontrase hasta dos millones de marcos (un millón de euros) empaquetados en bolsas de plástico en su casa de Colonia.

La familia Kaplan llegó a Alemania en 1983. Un año después, Cemaledin Kaplan fundó en la ciudad de Colonia la Asociación de clubes y centros culturales islámicos. Bajo tan inofensivo nombre se escondía una organización que degeneró en un foco del islamismo extremista. A Cemaledin se le conocía como el Jomeini turco. En su lecho de muerte, Cemaledin entregó el testigo a su hijo Metin, quien pronto se declaró "emir de los creyentes" y "califa de los musulmanes" con una consigna: "¡El califato o la muerte en el campo de batalla!". Desde 1992 Kaplan disfrutaba en Alemania de asilo político, justificado por la persecución de su país de origen, Turquía, contra el que el califa había declarado una especie de guerra santa.

El califa Kaplan preconiza, según los servicios secretos de Alemania, "la dominación del mundo por parte del islam como objetivo final". Hacia ese objetivo final la primera etapa será el derrocamiento del régimen laico de Turquía, implantado en 1923 por Mustafá Kemal, Atatürk, para sustituirlo por un régimen islamista basado en el Corán. "Para desarrollar esos objetivos Metin Kaplan exige de los miembros de su organización la disposición a participar en la guerra santa", constatan los servicios secretos alemanes.

Como muestra palpable de la peligrosidad de Kaplan baste el hecho que le llevó a dar con sus huesos en la cárcel con una condena de cuatro años. El llamado emir Halil Ibrahim Sofu puso en tela de juicio en 1996 la autoridad de Kaplan y éste respondió con una fetua en su contra. Un año más tarde Sofu cayó acribillado con cuatro balazos en la cara en su casa de Berlín en presencia de su familia. En 1999 la policía detuvo a Kaplan y la audiencia de Düsseldorf consideró probado que Kaplan había apelado por lo menos en dos ocasiones al asesinato de su rival Sofu. En 2000 la audiencia condenó a cuatro años a Kaplan por incitar al asesinato. Según los servicios secretos alemanes, en 1997 Kaplan viajó a Afganistán, donde habló con Osama Bin Laden. Un año después un grupo de talibanes devolvió la visita en Colonia al califa.

En 1998 Kaplan apeló a derrocar "el régimen títere de Turquía". Todo indica que varios seguidores se lo tomaron al pie de la letra y planearon estrellar un avión cargado de explosivos contra el monumento a Atatürk tras haber ocupado una mezquita. La policía turca descubrió el plan y detuvo a 23 personas de las que 21 habían viajado desde Alemania.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Las autoridades alemanas prohibieron la organización del Califa de Colonia y varias de sus ramificaciones en diciembre de 2001 por considerar que atentaban contra el orden constitucional. Desde entonces se han sucedido las prohibiciones contra otras ramas de la organización. Las disputas internas y el extremismo de Kaplan han reducido el número de afiliados. El pasado 3 de diciembre la policía efectuó una redada en 1.200 lugares vinculados con la organización.

Metin Kaplan, en una imagen de 1999.
Metin Kaplan, en una imagen de 1999.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_