El Ayuntamiento de Sevilla expropiará salas privadas para garantizar su uso cultural "de por vida"
El Ayuntamiento de Sevilla expropiará siete centros culturales privados para garantizar "de por vida" el uso cultural de esos inmuebles. Entre los edificios afectados se encuentran dos de las salas independientes de teatro más populares de la ciudad, TNT y La Imperdible, además de una nave de la calle Goles, otras ubicadas junto a la muralla de la Macarena y tres parcelas situadas en las calles Feria, Cruz Verde y Doña María Coronel, respectivamente.
Sus actuales inquilinos tienen arrendados los suelos y, según aseguró ayer el delegado de Urbanismo, Emilio Carrillo, tendrán preferencia para conseguir la concesión de las futuras salas municipales. La propiedad pública de los terrenos, aseguró el concejal, no supondrá la pérdida de la independencia de los gestores de las salas y de su programación, una garantía que insistió también en avalar el delegado de Cultura, Juan Carlos Marset: "No se trata de echar a los que están, sino de mejorar la situación del local. Precisamente el consolidar las instalaciones es lo que permite la independencia en criterios de programación".
Los propietarios de los inmuebles recibirían un justiprecio por la expropiación que Urbanismo estima en alrededor de 300.000 euros para los casos de TNT y La Imperdible, según explicó Carrillo, quien advirtió de que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) utilizará "con energía y rigurosidad" el instrumento de la expropiación para conseguir equipamientos públicos en una treintena de enclaves estratégicos. Entre otros casos, el plan contempla la expropiación del edificio de los almacenes Vilima, en la zona de la plaza de la Encarnación; un edificio de La Alameda de Hércules; y la Casa del Pumarejo.
Esta es una de las medidas en materia cultural que recoge el PGOU, que se aprobará inicialmente el 14 de junio, y prevé asimismo la calificación como suelo de interés público y social (Sips) de varios edificios privados como el Teatro Imperial y los cines Cervantes, Alameda y Avenida. Estos podrán seguir siendo de propiedad privada pero siempre que se sigan destinando a uso cultural. El primero, el que albergaba el antiguo Teatro Imperial, ubicado en la calle Sierpes, ya está siendo readaptado para convertirse en una librería privada, que a juicio de Carrillo y Marset, encaja dentro del destino requerido.
El PGOU propone además impulsar el uso cultural de las dos márgenes del Guadalquivir y crear un equipamiento que compagine la cultura, el deporte y el ocio en cada uno de los 27 barrios-ciudad en los que el plan divide a Sevilla. Asimismo, los estudios previos detectan una concentración excesiva de teatros, museos y cines en la zona sur del casco histórico, por lo que reserva suelo para construir alguna gran infraestructura para estos usos en: Pino Montano, Sevilla Este, Nervión, junto al parque de los Príncipes y en el entorno del barrio de Los Bermejales.
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