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Alicia de Miguel señala que la inmigración creció un 30% en 2003

La consejera se muestra a favor de una regularización "en el límite de lo posible"

La Consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, señaló ayer que el número de inmigrantes creció el año pasado un 30%, lo que sitúa a la Comunidad Valenciana entre las autonomías que reciben un mayor número de extranjeros. La consejera se mostró partidaria de una hipotética regularización "siempre que entre en el límite de lo posible, es decir, que se ajuste a las necesidades de empleo".

De Miguel apuntó que de los 1.640.000 extranjeros que viven legalmente en España, 180.000 residen en la Comunidad Valenciana e indicó que la valenciana es la cuarta autonomía por detrás de Cataluña, Madrid y Andalucía en número de inmigrantes con tarjeta o permiso de residencia. La responsable de política social de la administración valenciana realizó estas manifestaciones durante la firma en Valencia de un convenio con Cruz Roja para financiar programas de integración de inmigrantes. Señaló que este acuerdo supone el compromiso de esta organización con el proyecto de la puesta en marcha de la Red de Agencias de Mediación para la Integración y la Convivencia Social (AMICS), a los que calificó como una de las iniciativas "más firmes y también más recientes que la Consejería de Bienestar Social ha puesto en marcha". Resaltó que esta red, en estado embrionario, es "una muestra práctica de lo que se pretende conseguir desde la Generalitat, ya que son centros de recepción y análisis en el ámbito municipal, y en tiempo real de las necesidades de los ciudadanos inmigrantes", porque a su juicio, ante el creciente aumento de población extranjera, "es imprescindible definir iniciativas desde el perfecto conocimiento de la situación de cada individuo".

Tanto De Miguel, como el presidente de Cruz Roja en la Comunidad Valenciana, Fernando del Rosario, se refirieron a la posibilidad de regularizar la bolsa de inmigrantes sin papeles, cada vez más grande. La consejera comentó que la apoyaría siempre que existiera la posibilidad de acoger e integrar a los extranjeros. Del Rosario, por su parte, manifestó que desde el punto de vista humanitario, "siempre es positiva una regularización de la inmigración, pues favorece la integración e inserción social, aunque habría que estudiar los efectos que podría conllevar, como el denominado efecto llamada". El responsable de Cruz Roja destacó la cara amable de la inmigración caracterizada por "el dialogo, la complicidad y el encuentro con la sociedad valenciana" y señaló: "En Cruz Roja éramos conscientes de que había que encaminar a la sociedad hacia esta cara, y para eso nos hemos implicado activamente para conseguir que la inmigración se integrase en la ciudadanía".

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